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Nuestra temperatura corporal disminuye cada década: lo ‘normal’ ya no es 37°C, afirma estudio

Una nueva investigación asegura que los nacidos entre principios y mediados de 1990 tienen una temperatura promedio menor a los que pertenecen al siglo anterior.

La temperatura promedio en los humanos de la actualidad es 1,6% menor que de la era preindustrial. Foto: referencial
La temperatura promedio en los humanos de la actualidad es 1,6% menor que de la era preindustrial. Foto: referencial

Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, asegura que la temperatura corporal de las personas ha ido disminuyendo con el pasar del tiempo. De acuerdo con su estudio, publicado en la revista eLife, esta diferencia es notoria en los últimos 200 años.

Para llegar a dicha conclusión, los expertos analizaron 677 423 medidas que fueron previamente hechas entre 1862 y 2017. Julie Parsonnet, profesora de Medicina y coautora de la investigación, explicó que a partir de esta comparación se determinó que temperatura del organismo humano ya no es 37°C como se pensaba.

"Nuestra temperatura no es la que la gente cree", aseveró en un comunicado Parsonnet, recoge la BBC. La disminución en los últimos 200 años ha sido “sustancial y continúa”, agregó.

Los alcances del estudio señalan que los hombres nacidos a principios y mediados de la década de 1990 poseen una temperatura promedio menor en 0,59°C que los de 1800. En cuanto a las mujeres, sucede algo similar. Las de la década de 1990 tienen un promedio de 0,32°C menos que las nacidas en los 1800.

Lo anterior significa que la temperatura promedio de hoy es 1,6% menor que en la era preindustrial.

Menos energía, menos temperatura

Los investigadores creen que la disminución se debe a que el ser humano ya no usa tanta energía como antes para funcionar. Esto puede ser propiciado por factores ambientales menos variables y tratamientos médicos mejorados.

Por ejemplo, antes no había aire acondicionado o sistemas de calefacción efectivos. Ahora que contamos con ellos, el cuerpo gasta menos energía para mantener su temperatura.

“Simplemente somos diferentes a como éramos en el pasado” dice Parsonnet.