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Científicos reciben inexplicables señales de radio de una galaxia cercana

Las señales que se repiten provienen de una galaxia como la nuestra. Nunca se habían detectado tan cerca de la Tierra y son de un tipo totalmente desconocido para los astrónomos.

Ocho radiotelescopios analizaron la extraña señal FRB. Foto: ESO.
Ocho radiotelescopios analizaron la extraña señal FRB. Foto: ESO.

Radiotelescopios distribuidos por todo el mundo han logrado ubicar el origen de un ráfaga rápida de radio (FRB, en inglés) que detectaron el año pasado: está en una galaxia a 500 años luz de la Tierra pero no logran descifrar qué la ocasionó.

Las ráfagas rápidas de radio -uno de los mayores misterios del Universo- son unos destellos luminosos que duran milisegundos y que surgen de distintos puntos del cosmos.

Este FRB, el más cercano a la Tierra que se ha registrado, fue detectado por el telescopio canadiense CHIME. Su ubicación no estaba clara, por lo que posteriormente fue estudiado por un equipo de astrónomos liderado por el astrofísico Benito Marcote, investigador del Instituto JIVE de Países Bajos.

El pasado 19 de junio, combinando ocho radio telescopios de la red europea VLBI, Marcote y su equipo estudiaron la zona en la que se había visto el estallido, denominado FRB 180916.J0158+65, y gracias a la resolución de los telescopios -permitiría distinguir a una persona caminando sobre la Luna- detectaron cuatro haces de luz. La señal se repetía.

El radiotelescopio CHIME fue el primero en detectar la señal.

El radiotelescopio CHIME fue el primero en detectar la señal.

Una vez conocida la ubicación de los estallidos, el mismo equipo utilizó uno de los mayores telescopios del mundo, el telescopio de ocho metros de Gemini, en Mauna Kea (Hawái) y determinó que los estallidos procedían de una galaxia espiral situada a unos 500 millones de años luz y con una notable formación estelar, un hallazgo publicado el 6 de enero en Nature.

“Lo que es muy interesante acerca de este FRB repetitivo en particular es que está en el brazo de una galaxia espiral similar a la Vía Láctea, y es el más cercano a la Tierra hasta ahora localizado”, dijo Kevin Bandura, coautor del artículo.

Los radiotelescopios rastrearon la señal hasta una galaxia a 500 años luz de la Tierra. Imagen: Danielle Futselaar.

Los radiotelescopios rastrearon la señal hasta una galaxia a 500 años luz de la Tierra. Imagen: Danielle Futselaar.

La señal más rara de todas

Desde que se detectó el primer FRB, los astrónomos han observado cientas de estas señales, pero solo se conoce la ubicación precisa de cuatro de ellas: una, el FRB 121102, se repite periódicamente, y los otros tres fueron vistos una sola vez.

El que se repite está en una galaxia muy pequeña que produce estrellas y los otros tres surgieron de galaxias completamente distintas, de galaxias “muy grandes”. A partir de ahí, los astrónomos establecieron que los FRB se podían dividir entre los que se repiten y surgen de galaxias pequeñas, y los que no se repiten y proceden de galaxias grandes. Hasta ahora.

El FRB del reciente hallazgo no encaja “con nada” de lo que habían establecido hasta ahora. “Es completamente diferente al único FRB recurrente que se había localizado pero también de los que no lo son”, explica a Efe Benito Marcote.

El telescopio Gemini en Hawai ubicó la región en el cielo de donde provenía la señal.

El telescopio Gemini en Hawai ubicó la región en el cielo de donde provenía la señal.

Las diferencias entre unos y otros ya no están tan claras, por lo que empezaron a pensar que estos objetos “no están vinculados a ningún tipo concreto de galaxia o entorno concreto, sino que es posible que los FRB se produzcan en cualquier lugar del Universo y que únicamente se requieren ciertas condiciones para verlos”, detalla el investigador español.

Los investigadores tienen un factor su favor es: la señal es nueve veces más cercana que el otro FRB recurrente localizado anteriormente (a 5000 años luz de la Tierra. Esto “permitirá un nivel de observación sin precedentes”.

Aunque los estallidos siguen siendo un misterio, su estudio puede aportar ideas sobre el Universo en sí mismo y sobre muy diferentes áreas de la astronomía."Mientras continuamos desentrañando el misterio de los FRB, los astrónomos necesitan ser capaces de estudiar estos objetos con un increíble detalle.

La sensibilidad de los radio telescopios del EVN es una oportunidad única para observar estos eventos, y avanzar en el entendimiento de estos objetos enigmáticos", concluye el director del Joint InsJtute for VLBI ERIC, Francisco Colomer.

Con información de EFE y Europapress.