Jugador de ‘Call of Duty’ ideó broma telefónica: policía terminó matando a un inocente
Casey Viner contrató a un bromista para alertar sobre un falso tiroteo en Estados Unidos. Los oficiales acabaron con la vida del supuesto criminal y la justicia decidió arrestar al joven que planificó la tragedia.
Todo cae por su propio peso. Casey Viner, un joven de 19 años, fue incriminado por la justicia de Estados Unidos tras idear una broma telefónica que terminó con la muerte de Andrew Fich, un sujeto de 28 años, quien fue abatido por la policía a pesar de ser inocente.
La tragedia sucedió en el estado de Kansas, en 2017 – detalla AP – y se originó tras una discusión entre Casey y Shane Gaskill, quienes eran compañeros en el videojuego ‘Call of Duty: WWII’.
Luego de la riña, Casey Viner contrató a un bromista para que llamara a los oficiales y les informe que en la casa de Shane Gaskill había un tiroteo por el secuestro de una persona.
Shane Gaskill (izquierda) y Casey Viner (derecha) discutieron en el juego 'Call of Duty: WWII', lo que causó que Viner ideara la broma telefónica. Foto: Difusión
Alarmados por las palabras del farsante, los agentes allanaron la vivienda señalada – la cual no era en donde vivía Gaskill, porque había dado a su amigo una dirección ajena en Wichita, Kansas – y no dudaron en abatir a Andrew Finch, que murió sin saber por qué lo estaban buscando.
Tyler Barriss realizó la llamada a la policía, quien abatió a Andrew Fich. El sujeto fue sentenciado a 20 años de cárcel por arrastrar otros delitos. Foto: Difusión
Los familiares del inocente demandaron a la ciudad y a los policías que participaron de la emboscada, pero a la fecha la denuncia no llega a un punto final, ya que las autoridades rechazan cualquier culpa por parte de sus hombres.
En marzo del presente año, la justicia de Estados Unidos sentenció a 20 años de prisión a un sujeto identificado como Tyler Barriss, que realizó la llamada, y tenía 51 cargos por mentir a las líneas de emergencia y amenazar a la gente.
Además, Casey Viner, quien no creyó lo mal que le saldría la jugada, fue sentenciado a 15 meses de prisión, ya que obstruyó a la justicia al mentir en un inicio y por idear la tragedia. El juzgado estatal también le prohibió los videojuegos por dos años.