Es falso que el gobierno de Maduro no reconoció una situación en la que necesitaba asistencia humanitaria
El lapidario informe de Michellet Bachelet sobre la situación en Venezuela motivó que el régimen de Nicolás Maduro negara que reconoció una “crisis humanitaria”.
Esta semana, Michelle Bachelet, la alta comisionada sobre Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentó un informe sobre la crisis en Venezuela. Ella denunció más de 6 800 ejecuciones extrajudiciales, la situación de desabastecimiento de medicinas y la “erosión del Estado de derecho” en el país petrolero.
La respuesta del régimen de Nicolás Maduro no se hizo esperar. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela publicó un documento en el que presentaba unas 70 observaciones al informe de Michelle Bachelet.
Entre los puntos que criticó el gobierno chavista al informe de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos estaba el párrafo número 12, referido a la crisis de desabastecimiento en Venezuela.
“En ese mismo párrafo (12), el informe afirma que miembros del Gobierno habrían reconocido ciertos aspectos de la ‘crisis humanitaria’. Esta afirmación resulta errada pues ninguna autoridad ha reconocido la existencia de una ‘crisis humanitaria’ en Venezuela, pues no están dados los supuestos previstos en el derecho internacional para ello. El Gobierno ha reconocido que las acciones de agresión contra Venezuela están generando impactos negativos sobre la situación social y ha puesto en marcha mecanismos para recibir asistencia técnica humanitaria para hacer frente a esos efectos”.
En efecto, la posición política del régimen de Nicolás Maduro ha sido la de negar la crisis en Venezuela. El gobierno chavista ha achacado la actual "situación social” a las sanciones económicas de Estados Unidos, que se vienen dando recientemente.
Sin embargo, ese párrafo del informe de Michelle Bachelet no hace referencia a las causas de la crisis venezolana. Tampoco dice que funcionarios de Venezuela afirmaron literalmente que existe una “crisis humanitaria”. Lo que el documento precisa es que el gobierno de Nicolás Maduro reconoció una situación de desabastecimiento.
“A partir de septiembre de 2018, miembros del Gobierno empezaron a hablar de las consecuencias de la crisis económica y a reconocer ciertos aspectos de la situación humanitaria, principalmente respecto de la escasez de la alimentación y de los medicamentos”, dice el párrafo 12 del informe de Michelle Bachelet sobre Venezuela.
Una crisis humanitaria se define como una “situación de emergencia que amenaza la salud, la seguridad o el bienestar de una comunidad” y puede ser causada por un acontecimiento político, catástrofe medioambiental u otro conflicto, según InspiraAction.
Esta situación de desabastecimiento de medicamentos y alimentos en Venezuela fue reconocida, implícitamente, por el mismo presidente Nicolás Maduro al aceptar la “ayuda humanitaria” de la Unión Europea.
En febrero de este año, después de bloquear la ayuda humanitaria impulsada por Juan Guaidó, el régimen de Nicolás Maduro aceptó la asistencia técnica humanitaria de la Unión Europea que gestionó la ONU, aduciendo que estaba dentro del marco de las leyes internacionales. Además solicitó dinero, el cual se destinaría a la compra de medicinas.
Para el internacionalista Ramiro Escobar, aceptar la ayuda humanitaria, implica aceptar que existe una crisis de desabastecimiento. “Lo que pasa es que una cosa es el discurso político y otra es la realidad”, aclaró.
“Evidentemente, Nicolás Maduro está poniendo en marcha una estrategia de comunicación política para tratar de que las personas crean que lo que está ocurriendo es algo relativamente habitual dentro de la crisis económica que puede haber en cualquier país, pero no es así”, declaró Escobar a La República. “En Venezuela ese tipo de pobreza no se ha vivido antes y por lo tanto no es justo hacer comparaciones [con otros países] y amenguar el drama cuando la gente está pasando por serias carencias”, afirmó.
Explicó que, aunque la crisis en Venezuela no es igual a la que existe en Siria o en algunos países africanos, refleja un período de grave escasez, en la que el país caribeño no ha podido enfrentar las carencias por sí solo y ha tenido que recurrir al apoyo de instancias externas.
“Minimizar lo que está ocurriendo me parece irresponsable, pero por otra parte esperable de parte de un régimen que está tratando de protegerse de las críticas internacionales. Me parece que el informe de Michelle Bachelet es contundente porque si bien las acciones de la ONU no tienen efecto vinculante, crean un precedente político y por eso han merecido el rechazo de Maduro”, concluyó.
La asistencia humanitaria de la ONU está a cargo de la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios y funciona, según su web oficial, como una “respuesta a emergencias”. Existen otras entidades que asesoran en temas específicos, como salud, infancia y refugiados.
Por tanto, es falso que el régimen de Nicolás Maduro no haya reconocido una situación de crisis en la que necesite de asistencia o ayuda humanitaria, ya que aceptó la de la ONU a inicios de este 2019.