Cepal reduce a 2% previsión del PBI peruano para el 2023, pero sigue por encima del promedio de la región
Por su lado, el crecimiento económico de América Latina se contrajo y solo sería de 1,2% este año.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la economía peruana mantendrá un avance de solo 2% este año cuando, previamente, el organismo había previsto que el PBI nacional se elevaría en 2,2%.
Asimismo, con respecto a América Latina y el Caribe, se estima una desaceleración y ralentización del Producto Interno Bruto (PBI), el cual crecería solo en 1,2% este año. En diciembre la proyección era de 1,3%.
A detalle, toda la región tendrá un desarrollo inferior este año en comparación con el 2022. En América del Sur solo se aumentará un 0,6% del 3,8% que se subió el año previo.
En Centroamérica y México la cifra llega apenas al 2,0% en comparación con un 3,5% del 2022 y el Caribe crecerá un 3,5% en relación con el 5,8% que alcanzó antes.
Proyecciones de crecimiento 2023. Foto: Cepal
¿Por qué se contraerá la economía de Latinoamérica?
Según el organismo de las Naciones Unidas, la baja en las expectativas económicas se da debido a incertidumbres externas y las restricciones internas. A nivel internacional, el escenario es de un lento crecimiento en la actividad económica y del comercio mundial.
Además, de un alza en las tasas de interés a nivel mundial y volatilidad de los mercados financieros tras el quiebre del banco estadounidense Silicon Valley Bank y el contagio a otras entidades bancarias. Esto podría causar un endurecimiento más persistente de las condiciones financieras mundiales, con los consecuentes impactos sobre el acceso y costo de financiamiento.
“Si bien se han desacelerado las presiones inflacionarias, cabe esperar que las tasas de política monetaria permanezcan altas a lo largo del 2023 en las principales economías desarrolladas”, precisa el informe.
Por su parte, América Latina enfrenta un 2023 con un espacio limitado para la política fiscal y monetaria. En esa línea, los efectos de la política restrictiva sobre el consumo privado y la inversión se podrían sentir con más fuerza este año.