Economía peruana: ¿en qué se diferencian la política fiscal y la política monetaria?
Te explicamos en la siguiente nota las características de ambos pilares, a cargo del MEF y el BCRP, que tienen como objetivo mantener la estabilidad macroeconómica del país.
Muchos ciudadanos se preguntan cómo funciona la economía en el Perú y cuáles son los pilares que logran mantener la estabilidad macroeconómica para generar mayor bienestar en el país y permitir un mayor crecimiento económico, más inversión, reducción de la pobreza, mejoras en el sistema educativo, más puestos de trabajo, entre otras necesidades.
Por ello, es importante tener en cuenta y entender las funciones y características de la política fiscal y monetaria, ambas encargadas de que se mantenga estable la macroeconomía en el Perú. A continuación, te explicamos a detalle.
¿Qué es la política fiscal y la política monetaria?
En primer lugar, la política fiscal es desarrollada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y es el conjunto de acciones gubernamentales que se encargan de manejar los gastos e inversiones que se hacen desde el sector público. Asimismo, se encarga de fomentar el desarrollo de la economía, garantizar la infraestructura económica, la educación y la promoción de la inversión.
“Estamos hablando de políticas que pueden ser más de corte transitorio como la que acaba de lanzar la semana pasada— plan “Impulso Perú”— Kurt Burneo, ministro de Economía y Finanzas. O podemos hablar de temas más sectoriales vinculados al crecimiento como la Inversión pública, sin dejar de mencionar de que mucho de este gasto se ejecuta también a nivel subnacional por los gobiernos fraternales y locales”, mencionó Marco Ortiz, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico a La República.
Por su parte, la política monetaria se encuentra a cargo del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y es aquella que tiene como objetivo mantener una inflación baja y estable para el país, y de esta forma que la moneda local preserve su valor en el tiempo.
“El BCRP usa esta política monetaria con el fin de mantener los precios en línea, mantener la inflación en línea y mantener la moneda como confiable”, reiteró el especialista.
En esa línea, una de las diferencias importantes que pueden encontrarse entre la política fiscal con relación a la monetaria es que la primera tiene una orientación fija así como formas diferentes de llegar a la población. Es el Gobierno el que decide en qué gastar estos montos o dónde es necesario aplicarlo.
“Lo que tiene la política fiscal que no tiene la política monetaria es que sigue un direccionamiento, tiene otra razón de ser. No es una política que debería de centrarse solamente en el corto plazo, sino más bien en la provisión de bienes y servicios públicos, salud pública, educación pública, infraestructura que son a la población y a la economía para tener un mayor bienestar, un mayor desarrollo, mayor crecimiento de largo plazo; se equivoca muchas veces la política fiscal enfocándose en el número y en el gasto”, mencionó el economista.
BCRP
¿Qué medidas se tomaron durante la pandemia de la COVID-19?
Uno de los momentos más duros que se vivió en el Perú y en el mundo fue la pandemia de la COVID-19. En el país, para combatir los contagios se decretaron una serie de restricciones como la cuarentena total y obligatoria a nivel nacional. En ese escenario, la política monetaria tuvo un papel clave a la hora de apoyar a las empresas afectadas y, actualmente, para evitar la inflación y la subida de precios.
“Al inicio de la pandemia lo que se hace es bajar la tasa de interés de política monetaria a su nivel histórico más bajo, al 0,25%, de esta forma, se generó muchísimo estímulo monetario durante el año 2020. Cuando a mediados del 2021 ya comienza la economía a reabrirse, el BCRP empieza revertir este impulso de política monetaria para evitar que el impacto inflacionario sea demasiado severo”, explica Ortiz.
De esta forma, el Banco Central de Reserva (BCRP) inyectó dinero en la economía y luego comenzó a contraer esta oferta monetaria. Esto con el fin de que la inflación empiece a bajar, lo que sería actualmente el principal objetivo de la política monetaria.
“Este periodo de contracción monetaria que ha durado casi un año entero constituye la reversión más rápida de política monetaria de la historia del país. Nunca se ha generado una contracción tan rápida luego de una inyección tan fuerte en el pasado y creo que esa es la principal herramienta de política monetaria que hemos observado en los últimos meses: el aumento de tasa de interés de manera bastante constante que ha llevado a que en el último programa monetario de septiembre la tasa de interés llegue al 6,75 %”, concluyó el economista.