Perú mantiene calificación crediticia estable pese a crisis sociopolítica
Standard and Poor’s ratificó en BBB+ a la economía peruana para su deuda en moneda extranjera a largo plazo, y para moneda nacional, con A-.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) informó este martes que el Perú mantuvo su calificación crediticia para su deuda en moneda extranjera de largo plazo en BBB+, y en A- para moneda nacional, según la agencia Standard and Poor’s (S&P).
El titular del MEF, Waldo Mendoza, señala que la afirmación de S&P ratifica la confianza en los fundamentos de la economía nacional y es el reflejo de las políticas macroeconómicas consistentes por más de 30 años.
‘‘A pesar de la turbulencia política reciente, esta agencia internacional prevé que el nombramiento de Francisco Sagasti como Presidente Interino de Perú estabilice el panorama político hasta las elecciones de abril de 2021 y la economía peruana continúe recuperándose”, agregó Mendoza.
Cabe precisar que S&P prevé que pese al deterioro de la actividad económica en 2020, en 2021 crecería 10%; en 2022, 5,3% y en 2023, 4,2%.
S&P reconoce que los sólidos indicadores de la economía peruana reflejados en una baja deuda pública, la elevada disponibilidad de activos líquidos, sólidas reservas internacionales y acceso a diversas fuentes de financiamiento amortiguarán los riesgos propios de la COVID-19 y la incertidumbre política. Incluso, la agencia asume que los déficits fiscales caerán gradualmente después de expandirse en 2020 y regresarán a niveles por debajo del 2% del PBI a partir de 2023.
Asimismo, mantener el régimen económico y la política fiscal después de las elecciones presidenciales de 2021 nos acercan más a la estabilidad macroeconómica, por lo que en los próximos dos años, S&P podría subir la calificación crediticia del Perú en un escenario de mayor predictibilidad política, con más capacidad de ejecución del gasto público y la implementación de reformas que permitan una mejora sostenida.
Caso contrario, si la inestabilidad política prolongada golpeara la predictibilidad de sus políticas económicas y reduzca la confianza de los inversores y consolidación fiscal durante los próximos dos años, la calificación crediticia podría reducirse.
Otro factor de riesgo está ligado a una recuperación económica mucho más débil de lo esperado después de que se disipe el shock del coronavirus. ‘‘Una combinación de perspectivas de crecimiento económico más débiles y mayores déficits fiscales a mediano plazo podrían llevar a una rebaja de las calificaciones soberanas’', concluye el MEF.