Adiós al agua salada: científicos de Hong Kong afirman crear un material que convierte el agua del mar en potable y sin energía
Un nuevo material poroso es capaz de recolectar agua dulce tras ser expuesto a la luz solar. No necesita electricidad ni equipos complejos.
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La escasez de agua potable es uno de los mayores problemas del planeta, agravado por el cambio climático y el aumento de las poblaciones. Más de 300 millones de personas en 150 países dependen de procesos de desalinización, la mayoría basados en plantas que requieren grandes cantidades de energía. Frente a esta realidad, un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong presentó un material poroso capaz de convertir el agua de mar en agua dulce.
El desarrollo, publicado en la revista ACS Energy Letters, consiste en un aerogel rígido con aspecto de esponja que funciona solo con luz solar. Con un procedimiento sencillo, el material logró obtener agua limpia lista para beber, lo cual se convertiría en un método más sostenible y accesible comparado con la desalinización tradicional.

El material a través de la evaporación separa la sal y agua. Foto: ACS
¿Cómo funciona el aerogel desalinizador?
El material desarrollado por el equipo hongkonés se fabrica mediante una técnica de impresión 3D que combina nanotubos de carbono y nanofibras de celulosa. La mezcla se deposita capa por capa sobre una superficie congelada, donde cada nivel se solidifica antes de recibir el siguiente. Este procedimiento crea una matriz rígida atravesada por diminutos canales verticales de apenas 20 micrómetros.

Tras unas horas el sistema logró generar aproximadamente 45 mililitros de agua potable. Foto: ACS
La clave de esos microcanales es que distribuyen el calor de manera uniforme, lo que facilita la evaporación del agua salada cuando el aerogel recibe la radiación solar directa. A diferencia de otros materiales blandos como los hidrogeles, este aerogel mantiene su rendimiento incluso al fabricarse en tamaños mayores, lo que garantiza su escalabilidad sin pérdida de eficacia.
¿Cómo fueron las pruebas del material?
Para comprobar la efectividad del aerogel, los investigadores realizaron pruebas en condiciones reales al aire libre. El procedimiento fue simple: colocaron la pieza en un recipiente con agua de mar y lo cubrieron con una tapa plástica transparente. La energía solar calentó la superficie del material, provocando que el agua se evaporara mientras la sal permanecía en el fondo.
El vapor se condensó en la parte interna de la tapa y las gotas limpias cayeron dentro de un embudo colector. Tras seis horas de exposición al sol, el sistema produjo alrededor de 45 mililitros de agua potable, lo equivalente a tres cucharadas. Aunque la cantidad es reducida, el equipo comprobó que el rendimiento no disminuye al aumentar el tamaño de las piezas, lo que abre la posibilidad de producir volúmenes mayores a escala industrial.
Según declaró Xi Shen, investigador principal del proyecto, “nuestro aerogel permite una desalinización de máxima capacidad en cualquier escala, lo que ofrece una solución sencilla y ampliable para producir agua limpia sin energía”.
Ventajas y potencial de esta nueva tecnología
El aerogel solar desarrollado en Hong Kong presenta características que lo diferencian de la desalinización convencional:
- Sin consumo eléctrico: funciona solo con radiación solar.
- Eficiencia escalable: mantiene su rendimiento incluso en piezas de mayor tamaño.
- Bajo costo de producción: utiliza materiales abundantes como celulosa y carbono.
- Facilidad de uso: requiere únicamente el aerogel, un recipiente plástico y la luz del sol.
Además de su simplicidad, este sistema tiene un impacto ambiental mínimo. Al no depender de energía fósil ni de equipos complejos, reduce las emisiones de carbono asociadas al tratamiento de agua. Por su portabilidad, se perfila como una herramienta útil en comunidades costeras, regiones aisladas o zonas afectadas por sequías.
Las innovaciones como esta esponja solar podrían transformar el acceso al agua potable. Su desarrollo no solo plantea una alternativa sostenible frente a las plantas desalinizadoras tradicionales, sino que también ofrece una opción realista para poblaciones que hoy carecen de infraestructura eléctrica estable.





















