Un gran estallido espacial del tamaño de nuestro sistema solar revelaría el nacimiento de un agujero negro
Los astrónomos sugieren que eventos como estos podrían resolver el misterio de los agujeros negros, fundamentales para comprender la evolución del universo y su estructura.
- Geólogos sustentan que grandes pepitas de oro se podrían formar debido a terremotos y el cuarzo, según estudio científico
- Un fenómeno geológico cambiará al planeta: estos 2 continentes avanzan hacia una colisión a una velocidad de 7 cm por año

El universo ofrece fenómenos cada vez más sorprendentes. En 2018, los telescopios terrestres captaron una explosión espacial de dimensiones comparables a nuestro sistema solar. Bautizada como AT2018cow y conocida popularmente como "la vaca", esta explosión iluminó el cosmos de manera inusual.
Este fenómeno, clasificado como un LFBot o Evento Transitorio Óptico Azul Rápido, ha capturado el interés de la comunidad científica debido a su intensidad, velocidad y peculiaridades. La aparición de explosiones espaciales misteriosas como esta abre una nueva vía para el descubrimiento de agujeros negros, en especial los esquivos agujeros negros de masa intermedia, pieza clave para entender la evolución cósmica.

Esta es una concepción artística de una de las explosiones más brillantes jamás vistas en el espacio. Foto: NASA
PUEDES VER: Nave espacial soviética Kosmos 482 cayó sobre la Tierra luego de 53 años tras intentar llegar a Venus

Un puñado de explosiones en el cosmos
Tras el descubrimiento de AT2018cow, los astrónomos han registrado una docena de fenómenos similares. Estas explosiones cósmicas rápidas presentan una luminosidad hasta cien veces mayor que la de una supernova típica y se desarrollan en cuestión de días, en contraste con los meses que suelen durar los eventos supernovas fallidas.
Entre estos eventos se encuentran objetos como Koala, Camel y Diablo de Tasmania, detectados entre 2018 y 2023 a través de sistemas de alerta de eventos astronómicos como Atlas y Zwicky Transient Facility. Todos ellos refuerzan la hipótesis de que estos eventos astronómicos inusuales no responden a procesos estelares convencionales, sino a dinámicas más complejas ligadas a la formación de agujeros negros pequeños o medianos.
El primer gran evento
La explosión de AT2018cow, captada en una galaxia a 200 millones de años luz, marcó un hito en las observaciones astronómicas recientes. Su brillo intenso, su color azul característico —debido a temperaturas de hasta 40.000 °C— y su evolución rápida sorprendieron a los científicos.
La estructura plana del evento, revelada por un equipo de la Universidad de Sheffield, también se aleja de las formas esféricas habituales en explosiones estelares. Esta rareza llevó a cuestionar inicialmente si se trataba de una supernova fallida, donde una estrella colapsa sobre sí misma para crear un motor central que lanza chorros de materia y radiación.
PUEDES VER: Estados Unidos captura la primera imágen ultradetallada del Sol con el telescopio solar más grande del mundo

El origen de este fenómeno astronómico
Si bien las supernovas fallidas fueron la primera explicación considerada, nuevas investigaciones apuntan a otra hipótesis más fascinante: que los Eventos Transitorios Ópticos Azul Rápido resultan de la interacción entre estrellas y agujeros negros de masa intermedia.
Un estudio de Zheng Cao del Instituto Holandés de Investigación Espacial, publicado en 2024, encontró pruebas de un disco de acreción que rodeaba el remanente de AT2018cow. Los modelos de computadora sugieren que esta formación coincide con el proceso de una estrella desgarrada por un agujero negro de entre 100 y 100.000 veces la masa solar. Esta evidencia de agujeros negros de masa intermedia podría llenar el vacío entre los conocidos agujeros negros pequeños y los colosales agujeros negros supermasivos.
Otras teorías consideran que las estrellas Wolf-Rayet podrían ser destruidas por agujeros negros menores, en escenarios que comparten características con las detecciones de ondas gravitacionales de sistemas binarios.
El descubrimiento de "La avispa"
El fenómeno AT2024wpp, apodado informalmente "La Avispa", se ha convertido en el evento cósmico rápido más brillante observado desde AT2018cow. Detectado temprano en su fase luminosa, este evento transitorio en astronomía permitió que instrumentos como el Telescopio Espacial Hubble y otros telescopios especializados lo observaran con gran detalle.
La Avispa, estudiada por astrónomos como Anna Ho y Daniel Perley de la Universidad de Cornell y la Universidad John Moores de Liverpool, no muestra las señales típicas de una supernova fallida. La falta de eyección de material sugiere un proceso diferente, fortaleciendo la teoría de un agujero negro devorando materia estelar en fragmentos.
Con nuevos proyectos en el horizonte, como el satélite israelí ULTRASAT, se espera ampliar la detección de explosiones de alta energía en el espacio y conseguir una muestra estadística más representativa que permita confirmar la existencia de estos codiciados agujeros negros de masa intermedia.