Urano y Neptuno no son lo que parecen: científicos descubren qué se esconde bajo su color azul
Nuevas simulaciones muestran que existe la posibilidad de que estos planetas sean en realidad mundos ricos en rocas envueltos en capas de hielo.
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Durante décadas, los científicos clasificaron a Urano y Neptuno como gigantes helados por su composición rica en agua, amoníaco y metano. Ahora un estudio de la Universidad de Zúrich sugiere que la estructura interna ambos planetas podría ser más rocoso, muy diferente a lo que se creía.
"La categoría de gigantes de hielo es una simplificación excesiva", afirmó Luca Morf, astrofísico y autor del estudio. Su equipo propuso un modelo híbrido que combina métodos empíricos y físicos para una exploración más objetiva de los posibles componentes internos de los cuerpos celestes.
Más roca que hielo en Urano y Neptuno
Para entender cómo están formados Urano y Neptuno por dentro, los científicos usaron un método que crea muchas posibles versiones del interior de cada planeta. Estas versiones, llamadas perfiles de densidad, muestran cómo podría estar distribuido el material en su interior. Luego, compararon cada una con datos reales sobre la gravedad de los planetas. Repitieron este proceso muchas veces hasta encontrar las versiones que coincidían mejor con lo que ya se sabe.

Imágenes capturadas de Urano (izquierda) y Neptuno (derecha) tomadas por el Telescopio Espacial James Webb. Foto: NASA/STSCI
Uno de los hallazgos más reveladores es que ambos podrían tener más roca que hielo en su interior, según los modelos que mejor coinciden con los datos actuales. Aunque esta idea se había planteado hace más de diez años, hasta ahora no se contaba con una base matemática sólida que la confirmara. Además, los investigadores mencionan el caso de Plutón, que antes se pensaba que era un planeta helado, pero ahora se sabe que está formado principalmente por roca.
Los extraños campos magnéticos de Urano y Neptuno
Otro aspecto que refuerza las conclusiones del equipo suizo es el análisis de los campos magnéticos de estos planetas. A diferencia de la Tierra, que tiene un campo magnético con dos polos bien definidos, Urano y Neptuno presentan configuraciones multipolares y asimétricas que han desconcertado a los astrónomos durante años.

El interior de Urano podría ser más gélido (izquierda) o más rocoso (derecha). Foto: Instituto Keck de Estudios Espaciales
Según Ravit Helled, profesora de la Universidad de Zúrich e impulsora del proyecto, los modelos desarrollados incluyen capas de "agua iónica" que podrían explicar estos campos irregulares. "Detectamos que el campo magnético de Urano se origina en zonas más profundas que el de Neptuno", explicó Helled, lo que también podría estar relacionado con diferencias en sus composiciones internas.
¿Por qué son esenciales las misiones futuras?
Pese a los avances del estudio, los autores reconocen que aún existen múltiples incógnitas. Uno de los principales retos es entender cómo se comportan los materiales bajo las extremas presiones y temperaturas que existen en el núcleo de estos planetas. Estas limitaciones hacen que los modelos actuales sigan siendo aproximaciones.
Ante este panorama, el equipo científico subraya la necesidad de enviar misiones espaciales específicas a Urano y Neptuno. “Los datos actuales no bastan para confirmar si son ricos en roca o en hielo”, señaló Helled. Una exploración directa permitiría verificar sus hipótesis y ampliar el conocimiento sobre la dinámica interna de los planetas gigantes. Con ello, también se podrían mejorar los modelos de formación planetaria aplicables a otros sistemas solares.





















