
Cada verano, miles de limeños buscan escapar del calor sofocante de la capital y dirigirse a las playas del sur. Sin embargo, en los últimos años, la masificación del turismo ha transformado la experiencia costera en un verdadero desafío logístico. Santa María del Mar por su exclusividad y playas de aguas cristalinas, enfrenta una crisis sin precedentes. La viralización de la playa Embajadores en redes sociales la ha convertido en un destino masivo, atrayendo a multitudes que superan ampliamente su capacidad.
El alcalde del distrito, Hugo Monteverde, ha expresado su preocupación por la sobrecarga de visitantes.“La publicidad en TikTok le ha hecho mucho daño a nuestro distrito porque se trata de realmente hacer una publicidad de unas playas que no pueden albergar a todo aquel que viene. Son playas pequeñas con aforo por las vías de evacuación para preservar la vida de las personas que vienen”, señaló. Esta situación ha convertido un destino paradisíaco en un espacio caótico, afectando tanto a los residentes como a los propios turistas.
El crecimiento descontrolado del turismo ha generado un colapso en la infraestructura del distrito. Aunque las tres principales playas de Santa María del Mar —Playa Grande, Playa Chica y Embajadores— tienen un aforo combinado de 5,350 personas, cada fin de semana el número de visitantes supera los 10,000. Esta saturación ha obligado a las autoridades a restringir el acceso y a implementar controles para evitar riesgos.
El acceso a Santa María del Mar se ha convertido en una odisea. La única vía de entrada colapsa por el tráfico y los vecinos deben madrugar si desean acceder a la playa. “Muchas veces, si nuestros vecinos no bajan temprano a la playa, con el aforo que hemos establecido, no pueden ingresar. Tienen que esperar que se retiren algunos visitantes para ellos poder acceder”, explicó Monteverde. La falta de estacionamientos y la insuficiencia de servicios básicos han convertido este destino en un punto crítico.
Además del problema de aforo, el distrito enfrenta disputas legales relacionadas con el uso del suelo. Existen controversias sobre la propiedad de más de 2.5 millones de metros cuadrados, terrenos que, según algunas versiones, fueron adquiridos en una subasta en 1959. Esta incertidumbre complica aún más la planificación urbana y la implementación de soluciones para mejorar la infraestructura.
El problema no se limita a Santa María del Mar. Los balnearios del sur chico, como Punta Hermosa y San Bartolo, también enfrentan serias dificultades debido a la cantidad de visitantes. Cada fin de semana, las playas reciben aproximadamente 60,000 personas, cuando su capacidad real no supera las 5,000. Este exceso de afluencia provoca largas filas de vehículos y caminatas de hasta 45 minutos para llegar al balneario.
La playa Embajadores
El tráfico en la carretera Panamericana Sur es otro factor que agrava la situación. Las vías principales colapsan desde temprano y el traslado a las playas puede tomar varias horas. Los turistas deben soportar tiempos de espera excesivos debido a la falta de personal de tránsito. “No hemos tenido personal de tránsito de policía de tránsito en este verano. Usted ve las enormes colas de vehículos que se forman en la carretera porque no hay personal de tránsito y eso no depende de nosotros” , reconoció un funcionario municipal.
El auge del turismo en el sur ha disparado la demanda inmobiliaria. Muchas personas han dejado de ver estas zonas solo como un destino de verano y han optado por establecerse de forma permanente. Los precios de venta de terrenos y viviendas han experimentado un alza significativa, pasando de 600 a 1,000 dólares por metro cuadrado en pocos años. Sin embargo, este crecimiento no ha ido acompañado de un desarrollo adecuado de infraestructura y servicios públicos.
La urbanización del sur de Lima sigue en expansión. En los últimos años, la construcción de nuevos condominios, centros comerciales y bulevares ha cambiado radicalmente el paisaje. Entre Punta Hermosa y Punta Negra, se proyecta una inversión de 25 millones de dólares para la creación de un moderno bulevar, con el objetivo de mejorar la oferta comercial y recreativa en la zona.
Se estima que para el año 2030, más de 100.000 nuevos residentes habitarán estos distritos. Sin embargo, la infraestructura actual no está preparada para soportar este crecimiento acelerado. La falta de servicios básicos como agua potable, alcantarillado y transporte público eficiente podría generar un colapso urbano si no se implementan medidas urgentes.
El proyecto inmobiliario en la zona de Portoviejo, que incluye la construcción de condominios y una laguna artificial dentro del desarrollo urbanístico La Joya, es un ejemplo del auge del sector. Sin embargo, este tipo de iniciativas también generan preocupación por la presión que ejercen sobre los recursos naturales y el acceso a las playas.
La playa Embajadores está situada al sur de Lima, en el distrito de Santa María del Mar, aproximadamente a 52 kilómetros de la capital peruana, siguiendo la ruta de la carretera Panamericana Sur.
Llegar a la playa Embajadores es fácil, ya sea en transporte público o en vehículo particular:
Visita las playas de Lima listadas a seguir, y aprovecha el lugar al máximo: Playa de Punta Rocas; Playa del Silencio; Playa de la Herradura; Playa de los Caballeros; Playa de Miraflores.

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