Pasajeros y transportistas enfrentan una creciente ola de extorsión que pone en riesgo sus vidas y su trabajo. Las bandas criminales, armadas y sin piedad, buscan controlar el transporte público y siembran el miedo en cada ruta. La situación se ha vuelto insostenible, con choferes y cobradores temerosos de ser las próximas víctimas de un ataque.
Historias como la de Rutman Berrios, un chofer y padre de familia asesinado mientras trabajaba, es solo una de las muchas que reflejan el clima de terror que se vive en las calles de Lima. Incluso, algunas empresas de transporte aseguraron que cada vez cuentan con menos conductores, lo cual ha generado la bancarrota en algunos servicios de transportes. La falta de medidas efectivas en la capital genera incertidumbre en los ciudadanos.
Las familias de las víctimas continúan en pie de lucha pese a la falta de respuestas de las autoridades. La angustia y el estrés han llevado a algunos conductores a sufrir problemas de salud, mientras que otros se ven obligados a abandonar su trabajo para proteger sus vidas. Por tal motivo, muchos transportistas expresaron el temor que tienen todos los días al salir a trabajar, ya que no saben si volverán a sus hogares.
"No sabes si vas a regresar. Ahora acaban de matar en Puente Piedra a uno. Me siento insegura", "Nuestra vida no vale nada, no vale un sol. Si por S/5 te matan, no vales nada", "Estamos con miedo, mucho miedo", "Con miedo, muchos ya no queremos ni trabajar. Se nos acumula todo", "Uno sale con miedo, tal vez no regresamos, con temor salimos", expresaron conductores, pasajeros y jaladores que a diario tienen que salir a trabajar para mantener económicamente a sus hogares.
PUEDES VER: Asesinato en Chorrillos: tío de barbero murió de paro cardíaco tras enterarse de la trágica noticia
Rutnam Berríos Pajuelo, de 32 años, fue la víctima de un violento ataque ocurrido alrededor de las 11:00 p. m. del martes 27 de agosto. El incidente tuvo lugar en un paradero situado en el cruce de la avenida Revolución y Túpac Amaru, en la entrada de Collique. Berríos se encontraba esperando pasajeros cuando un sujeto en motocicleta se acercó y, sin previo aviso, disparó en múltiples ocasiones.
Tres meses después de su muerte, sus familiares aún esperan justicia, mientras el miedo se apodera de quienes continúan trabajando en el sector. El caso de Nora, tía de Rutman, ilustra el profundo impacto emocional que la violencia ha causado en las familias de los trabajadores del transporte. Su parálisis facial es un reflejo del estrés y la preocupación constante por la seguridad de sus seres queridos.