Faltan policías e inteligencia para luchar contra extorsión

Nunca supo sus nombres, pero jamás se olvidará de sus rostros. Cada sábado, unos hombres subían armados a su miniván para exigirle dinero. No tenía otra salida y debía pagar. De lo contrario, los extorsionadores amenazaban con quemar su vehículo o asesinarlo.

“Cada vez que salía de mi casa, miraba de reojo”, cuenta el conductor de combi que aceptó dar su testimonio a La República a condición de no ser identificado. Tiene temor y se oculta. Y es que las muertes que se registran a diario demuestran que no siempre la protección de las autoridades llega a tiempo.

Los expertos dicen que la globalización ha traído nuevas formas de violencia y organizaciones que ‘parcelan’ y controlan territorios.

Propuestas del Mininter

En respuesta a este nuevo rostro de la criminalidad, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, anunció medidas para contrarrestar las actividades de las organizaciones criminales dedicadas, por ejemplo, a la extorsión que actualmente amenaza a las empresas de transporte público, dueños de bodegas y a toda clase de emprendedores.

Ante el Congreso, Santiváñez dijo que se ejecutarán planes estratégicos en los paraderos y rutas del transporte público. Además, se intensificará del patrullaje motorizado y los operativos de control de identidad.

También dijo que se ha instruido a todos los comisarios a que lleven un cuaderno de control ciudadano en lugares de alta incidencia delictiva para establecer nuevos mecanismos de intervención frente a las denuncias formuladas por delitos de extorsión.

Santiváñez también ofreció la instalación de un puesto fijo de patrullaje a pie en turnos de ocho horas, reforzado con la presencia de agentes motorizados de Los Halcones.

Además, indicó que su despacho dispuso que todo el personal policial, incluidos los agentes dedicados a labores administrativas, salga a las calles para reforzar la presencia de las fuerzas del orden y se sumen a las acciones operativas contra la criminalidad.

Y aseguró que se creará una unidad policial especializada contra la extorsión y que también construirán un nuevo centro penitenciario. Asimismo, anunció un convenio con las empresas de telefonía para acceder a la geolocalización de los equipos usados para extorsionar y que pronto habrá una cancelación masiva de pseudo chips de celulares prepago.

También indicó que se suscribirá un convenio con el sistema de banca para identificar las cuentas de destino de los pagos extorsivos.

Déficit de 50.000 policías

Lo dicho por Santiváñez parece resumir un gran plan, pero muchos creen que no es suficiente. Para el exdirector de la PNP Eduardo Pérez Rocha, que el personal administrativo salga a patrullar “está fuera de la realidad”.

Sostuvo que en el Perú hace falta 50.000 policías para luchar contra la extorsión y el sicariato. Y precisa que esta carencia sería responsabilidad del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, quien, según la ley, preside el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana. “No se ha formulado un plan para este año, todo es improvisación”, dijo a La República.

 Advirtió que si bien al año egresan 5.000  policías de las escuelas de formación, cerca de 3.500 abandonan la carrera policial debido al sueldo y las pocas garantías de seguridad para ellos y sus familias.

“Tenemos solamente 42.000 efectivos distribuidos en las comisarías, ellos son los únicos que patrullan; y a nivel de investigación criminal tenemos un promedio de 20.000 efectivos y para direcciones especializadas como Dinoes, SUAT o Servicios Especiales hay unos 20.000”.

Se va normalizando los pagos

Erika Solìs, investigadora del Equipo Anticorrupción del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP (IDEHPUCP), señala que, generalmente, la extorsión no es en nuestros días una actividad delictiva dirigida a sectores de gran capacidad económica, pues estas organizaciones cuentan con herramientas para prevenir y contrarrestar este tipo de actividades con seguridad privada, por ejemplo.

Ello -dice Solís- hace que las dinámicas de extorsión se focalicen en sectores donde se asegure su operatividad, así como también su rentabilidad. Así, la extorsión a pequeños negocios y a mercados informales es una constante, aunque en muchos casos no se refleja en denuncias, debido a la profunda desconfianza en las instituciones del sistema de justicia.

Así, ante la falta de presencia del Estado y la desconfianza sobre la eficacia de su labor, se va normalizando el pago de cuotas a los grupos criminales relacionados con la extorsión, señala la investigadora.

Agrega que esta escalada de la criminalidad se debe a múltiples factores, tanto a elementos estructurales como a elementos más tangibles y directos como la facilidad para portar armas de fuego o explosivos, lo cual pone en evidencia la existencia de un mercado ilegal de armas que hace accesible estos instrumentos para su uso ilegal por parte del hampa.

También, “se observa como otro elemento (que contribuye) en la inseguridad, el control territorial, pues estas dinámicas se concentran en zonas periféricas de las regiones”.

Fortalecer equipos de inteligencia

El general PNP retirado y también exministro del Interior Cluber Aliaga señala que para combatir eficazmente a las organizaciones criminales dedicadas a la extorsión de las empresas de transporte urbano, se requiere brindar seguridad física las 24 horas al día, al personal y vehículos de las empresas de transporte en sus paraderos inicial y final. También conformar equipos de detectives que actúen de manera encubierta como “pasajeros”, y que cubran las diferentes rutas de manera planificada para realizar la captura de los extorsionadores.

Asimismo, conformar equipos de intervención inmediata (con personal uniformado del Escuadrón de Emergencia o SUAT), distribuidos en zonas estratégicas de la ciudad, para responder de manera inmediata y efectiva frente al accionar de los extorsionadores.

Además, fortalecer los equipos de inteligencia operativa de la Dirincri, encargándoles a cada una de ellas la desarticulación de una organización criminal específica.

“Se requiere de comunicación efectiva entre todos los jefes operativos intervinientes a fin de asegurar el éxito de las operaciones. Estos procedimientos pueden replicarse al interior de la República hasta desaparecer este fenómeno delictivo”, subraya.

Ante la constante amenaza a la vida e integridad de las personas se hace urgente en la agenda del Gobierno afrontar esta problemática. Pero esta no se va a resolver con medidas punitivas que no aborden los elementos estructurales detrás de las dinámicas de extorsión. Tampoco con anuncios improvisados

No es real que salgan todos a las calles

Wilfredo Pedraza

Exministro del Interior

Para enfrentar la inseguridad se ha anunciado la salida de todos los policías a la calle, incluidos los que cumplen labores administrativas. La receta no es real, todos podrán salir uno o dos días, luego volverán a su oficina para poner en marcha la maquinaria policial. Y sobre las acciones contra la delincuencia que afecta a las empresas de transporte, se ha dispuesto intensificar el patrullaje motorizado; eso estará bien para prevenir los hurtos, pero no para combatir la extorsión.

El anuncio de un equipo exclusivo para capturar a extorsionadores y sicarios es una buena receta. No se puede combatir con acciones policiales ordinarias fenómenos delictivos masificados, con actores que tienen gran capacidad de fuego. Un equipo especial, que privilegie la inteligencia, es la manera correcta para enfrentar la extorsión.

DATOS

Presos. Por delito de extorsión purgan prisión 1.182 peruanos, mientras que otros 3.277 están confinados por homicidio calificado (asesinato).

Extranjeros. Asimismo, 141 foráneos están por extorsión y 133 por asesinato.

Delitos. Según la PNP se registra un promedio de 125 robos diarios. Mientras que la extorsión alcanzó 14.220 denuncias en lo que va del año.

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