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Sociedad

¿Qué pasó con el prostíbulo más grande de Lima? Medía 7 cuadras, tenía pistas de bailes y un escritor peruano solía ir

Ubicado en el distrito de La Victoria, esta zona rosa de Lima era la más grande, a la que solían asistir diversos tipos de personas, incluyendo a un gran cuentista peruano y, según una novela famosa del Perú, también al premio nobel. ¿Qué pasó con Huatica?

Los precios de las época variaban de S/3 a S/20. Foto: composición LR/Lima Gris

En la mitad del siglo XX, con Lima expandiéndose rápidamente y convirtiéndose en un epicentro más marcado tras sucesivas olas migratorias tanto nacionales como internacionales, emergió una área que quedaría grabada en la memoria colectiva por su mezcla de escándalo e intelectualidad. Este sitio, reconocido por ser el mayor prostíbulo de la ciudad, se encontraba en el vibrante corazón de La Victoria, en el jirón Huatica.

¿Cuál fue el prostíbulo más grande de Lima?

En la década de los 50, el jirón Huatica, conocido originalmente como jirón 20 de Septiembre y que cubría cerca de siete cuadras, se transformó de manera natural en un popular centro de entretenimiento nocturno y actividad de trabajadoras sexuales. Este lugar, comúnmente llamado Huatica, se destacó como la primera y más famosa zona rosa en la antigua Lima, albergando a meretrices de diferentes nacionalidades.

Su nombre fue cambiado debido a las protestas de la comunidad italiana. Foto: Rincón Anacrónico

El jirón Huatica, actualmente conocido como jirón Renovación, se extendía por aproximadamente siete cuadras desde la avenida Grau hasta el jirón Sebastián Barranca. Durante su época, estaba repleto de locales mayormente nocturnos, conocidos popularmente como 'boites'. Hoy en día, aunque la zona ha cambiado de nombre y ya no se dedica a las mismas actividades, sigue siendo un área considerada peligrosa.

¿Por qué el jirón Huatica es considerado el primer gran prostíbulo de Lima y cómo era realmente?

Numerosas anécdotas, historias y reportes de cronistas, periodistas e intelectuales de aquel tiempo relatan la singularidad de este lugar desde una perspectiva bohemia, así como su impacto en ciertos círculos de la ciudad.

Por ejemplo, en el blog Lima Gris se describe vívidamente la experiencia de caminar por esas calles: “Renovación tenía pistas de bailes con baches de aserrín, mares de pisco y cervezas doradas (…). Nanette, después convertida en propietaria del primer chongo cosmopolita y que años más tarde se trasladara a la avenida Colonial a la vera del tranvía que iba al Callao”.

Fotografía del jirón Huatica en los años 40. Foto: Rincón Anacrónico

Además, el artículo continúa: “El bar chicha era discoteca adelantada (donde) se bailaba boleros del cuarteto Caney y las parejas se frotaban por la urgencia sensual (…). Perfume barato y fragancia de axilas en baño maría. Desde la av. Grau transitaba lujuria del pobre y escozor en los recodos de las ingles. Era la Lima de la pichicata, la butifarra y el chilcano de Cuatro Bocas”.

¿Qué famoso escritor peruano solía asistir al jirón Huatica?

El pintoresco jirón Huatica iba más allá de ser una simple zona rosa; estaba lleno de locales que atraían a bohemios, escritores, artistas, y hasta políticos y celebridades de la época.

Se menciona a menudo al escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, cuyos escritos sugieren un romance con una trabajadora sexual apodada 'La Mona'.

Julio Ramón Ribeyro solía fumar. Foto: Rialta.org

Además de Julio Ramón Ribeyro, ¿qué otro escritor peruano asistía al prostíbulo Huatica?

No es confirmado, sin embargo, existen voces de que Mario Vargas Llosa también asistía a ese lugar por la referencia y especificaciones que escribió en su libro 'La ciudad y los perros'.

“El jirón Huatica, en el barrio popular de La Victoria, era la calle de las putas. Los cuartitos se alineaban, uno junto al otro, en ambas veredas, desde la avenida Grau hasta siete u ocho cuadras más abajo”, escribe Vargas Llosa en su novela.

'La ciudad y los perros' tiene su versión película. Foto: Sentido Fílmico

El nobel en literatura también describe los precios del lugar: “Una estricta jerarquía regulaba, según las cuadras. La más cara —la de las francesas— era la cuarta; luego, hacia la tercera y la quinta, las tarifas declinaban hasta las putas viejas y miserables de la primera, ruinas humanas que se acostaban por dos o tres soles (las de la cuarta cobraban veinte).”

“El cuarto era chiquito y había una cama, un lavador con agua, una bacinica y un foco envuelto en celofán rojo que daba una luz medio sangrienta. La mujer no se desnudó (…). Sintiéndonos unos hombres completos, fuimos luego con Víctor a tomar una cerveza”, añade.

Mario Vargas Llosa de joven. Foto: The New York Times

¿Qué pasó con el jirón Huatica?

La historia del jirón Huatica tomó un giro dramático en 1956, cuando el presidente Manuel Prado Ugarteche decidió intervenir ante las constantes quejas de los vecinos. Ordenó el desalojo de las trabajadoras sexuales de las primeras ocho cuadras, quienes se trasladaron a un área cerca del cerro El Pino, conocida como La Flora.

Al lugar llegaron muchas meretrices europeas que huían de la guerra. Foto: Carlos Cornejo A./Twitter

Anteriormente, el jirón Huatica había sido un refugio para una mezcla ecléctica de delincuentes, jugadores, proxenetas y otros personajes nocturnos, además de atraer a políticos y figuras públicas que evidenciaban el propósito del lugar. La zona había ganado notoriedad, convirtiéndose en un símbolo de escándalo y clandestinidad en Lima.

Finalmente, la calle, antes conocida como 20 de Setiembre, fue renombrada a Huatica tras las protestas de la comunidad italiana que residía en las cercanías y que quería desvincularse de la mala fama del lugar. Aunque las trabajadoras sexuales encontraron otros lugares para continuar su negocio, la esencia y mística original del jirón Huatica desapareció, lo que dejó paso a nuevos prostíbulos como el Trocadero y relegando a Huatica a ser solo un recuerdo de su pasado turbulento.

El jirón Huatica, hoy Renovación, en la actualidad. Foto: Cesar Revilla/GenerAcción

¿Dónde quedaba la calle Huatica?

El jirón Huatica, o la zona usada para el funcionamiento de este prostíbulo, abarcaba un total siete cuadras que iniciaban en la avenida Grau hasta el jirón Sebastián Barranca.

¿Qué pasó con Las Cucardas, otro conocido prostíbulo de Lima?

Como muchos negocios limeños, Las Cucardas se vio afectada por la crisis económica que conllevó, la pandemia de la COVID-19 y tuvo que cerrar sus puertas. Es importante resaltar que hasta el momento no ha reportado una apertura oficial de su local ubicado en el Cercado de Lima. 

Así lucía el local de Las Cucardas en Lima. Foto: Difusión