En el recuento tumultuoso de la historia colonial del Perú, las “cavernas de piedra” emergen como un símbolo lúgubre de opresión y resistencia. Utilizadas como prisiones por los conquistadores españoles, estas cavernas estratégicamente ubicadas se convirtieron en escenarios de tormento y desesperación para los indígenas sometidos.
Testigos de atrocidades inenarrables, la prisión más aterradora del Perú encarna un capítulo oscuro que aún reverbera en la memoria histórica del país, lo cual nos recuerda las profundidades de la crueldad humana en tiempos de conquista y colonización. En esta nota, conoce cuál fue y dónde se encuentra.
Construida bajo una roca gigante, con tan solo un ingreso y una salida, Qaqa Cárcel es la prisión considerada como la más aterradora del Perú, debido a las condiciones de vida y el reglamento que tenían: “aquella persona que ingresaba a este lugar nunca más tendría libertad”.
Se ubica exactamente a 100 metros de la plaza de Haquira, distrito de Haquira, provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac, a una altura de 3.683 metros sobre el nivel del mar. Está compuesta por ambientes nada agradables para cientos de reos, que en aquel entonces eran indígenas durante la época colonial. Esta construcción tenía el objetivo de castigar de forma severa a aquellos que se rebelaban contra los españoles o no querían ingresar a las minas mediante el sistema de la mita (trabajo obligatorio).
Paredes pétreas de la cárcel de Haquira. Foto: Rumbos
Los habitantes de esta ciudad cuentan que, cuando los españoles invadieron Haquira, encontraron gran cantidad de oro y plata, por lo que empezaron a trabajarla y explotarla más y más. Para ello, ordenaron construir este encarcelamiento de piedra para que así los indígenas, de 15 a 50 años, no puedan escapar de ella.
La estructura impresionante de la cárcel de Haquira captura la atención a primera vista, destacándose por su conservación excepcional y detalles arquitectónicos meticulosos. Diseñada con una sola entrada, que hacía casi imposible la fuga de los prisioneros, la cárcel cuenta con múltiples celdas oscuras separadas para hombres y mujeres, destinadas a diferentes niveles de delitos, desde infracciones menores hasta crímenes graves y casos extremos.