A partir de hoy y hasta el 31 de julio próximo, las 28.000 farmacias y boticas privadas del país se encuentran obligadas a vender al público un listado de 434 medicamentos genéricos esenciales, según establece la Resolución Ministerial n° 220-2024, publicada ayer en El Peruano.
Esta cifra llamó la atención porque el mes pasado, cuando se le cuestionó por no renovar de inmediato esa exigencia para las farmacias y boticas, el ministro de Salud, César Vásquez, llegó a señalar que dicho listado se iba a elevar de 40 a más de 200 productos genéricos esenciales.
Ahora explicó que son 434 que corresponden a 278 sustancias activas o ingredientes farmacéuticos activos. “La lista aumentó 10 veces más, lo que mejorará el acceso a los genéricos hasta julio mientras se apruebe la ley en el Congreso, que es la solución definitiva”, dijo Vásquez.
Agregó que el listado presenta medicamentos de 28 grupos terapéuticos, como los antiinfecciosos, oncológicos; así como los medicamentos contra afecciones cardiovasculares, dolores y los relacionados con la salud mental, entre otros.
Con esta medida, prosiguió, se busca asegurar los tratamientos de las enfermedades más comunes por grupo de edad y de las más atendidas por consulta externa en los centros de salud.
Las farmacias y boticas privadas, aclaró el Minsa, están obligadas a mantener un stock mínimo del 30 % de genéricos, lo que aplica únicamente a aquellos productos existentes en su inventario diario. De no cumplir con ello, serán sancionadas con multas de hasta 2 UIT (S/10.300).
Este anuncio puede sonar bien; sin embargo, expertos han detectado una serie de falencias.
El exministro de Salud Víctor Zamora calificó de populista e inaplicable el listado de medicamentos genéricos; además, cuestionó la poca transparencia del sector porque se desconoce quiénes formaron parte del grupo de trabajo que elaboró ello, teniendo que detrás del tema existen diversos intereses.
“Considero que es populista y, por ende, inaplicable porque el listado presenta genéricos que tienen poca rotación, lo que va a afectar, sobre todo, a las boticas pequeñas, de barrio y de la zona rural y de frontera. A estas no se les puede exigir que tengan 434 de estos productos que se quedarán en sus anaqueles porque no es para la mayoría. Al final, solo van a tener multas por incumplimientos y cerrarán”, dijo.
También criticó que hay tantas imprecisiones que la norma les da una opción a las farmacias para sacarle la vuelta porque no estarán obligadas a tener un stock de todas las medicinas genéricas listadas, sino solo aquellas de las versiones de marca que están ofertando al público.
La presidenta de la Asociación Peruana de Farmacias (Aspefar), Ana María Jiménez, lamentó que, a pesar de que están de acuerdo con la exigencia, no se haya instalado una mesa técnica permanente para corregir imprecisiones del decreto de urgencia previo al listado.
Jiménez sostuvo que, si bien en el país existen más de 28.000 farmacias y boticas, alrededor de 20.000 son microempresas que viven del día a día. Precisamente, son estas las que resultarán muy afectadas porque no tendrán el alcance financiero para tener el listado completo de medicamentos genéricos de la noche a la mañana, como sí lo pueden tener las grandes cadenas. “Es una medida discriminatoria, abusiva, impositiva y punitiva que afecta a las mypes del sector farmacéutico”, señaló.
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La vocera de Aspefar criticó también que la exigencia sea solo de 4 meses porque genera incertidumbre. “Digamos que logramos tener el listado completo, ¿qué va a pasar con los genéricos que no vendamos porque son de baja rotación?”.
Ella consideró que la multa de 2 UIT (S/10.300) es exorbitante, teniendo en cuenta que las ventas diarias de las farmacias independientes son de S/300 y S/200. “A fin de mes, tenemos un balance de S/1.000 a S/1.500 de rentabilidad neta. ¿Cómo nos ponen una multa de más de S/10.000?”, dijo preocupada.
Víctor Zamora, exministro de Salud
“Considero que es populista y, por ende, inaplicable porque el listado presenta genéricos que tienen poca rotación, lo que va a afectar, sobre todo, a las boticas de barrio y zona rural. A estas no se les puede exigir que tengan todo eso”.