A pesar de la copiosa lluvia presentada durante el Viernes Santo, se realizó la procesión del santo sepulcro en la ciudad de Iquitos, lo que logró reunir a una cuadra de ciudadanos que llevaban devotamente las imágenes de la pasión de Cristo sobre sus hombros.
Los feligreses recorrieron 15 cuadras bajo la lluvia, cubiertos con capotas y paraguas; otros decidieron no cubrirse como muestra de devoción y señalaron que no tenían miedo de enfermarse.
"Todos los años acompañó la procesión. No tengo miedo de enfermarme por la lluvia; a pesar de estar empapada, tengo fe en Dios. Lo peor ya pasó, que fue la pandemia", expresó Rosa Mercedes Bernuy.
La procesión inició a las 6.30 p. m. después de la celebración de la Pasión del Señor en el interior de la Catedral de Iquitos (Iglesia Matriz), la cual fue presidida por monseñor Miguel Ángel Cadenas Cardo, obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos.
Al promediar las 5.00 p. m., una tormenta cayó sobre la ciudad; sin embargo, no fue impedimento para que la población saliera a procesionar por las calles. Las imágenes que participaron en la procesión fueron el Cristo de la Flagelación, Jesús Nazareno, el monte calvario, María Piadosa, el Santo Sepulcro y la Virgen Dolorosa.
Los devotos y fieles de la Iglesia Católica decidieron continuar la procesión como signo de agradecimiento, ya que estas fechas recuerdan que el Señor hizo mucho más que el imprevisto presentado por todas las personas que habitamos en la tierra.
Algunos católicos creen que la presencia de lluvia durante los días de Semana Santa es un signo de luto, pues es un momento para recordar que nuestro Señor murió crucificado en una cruz para brindarnos salvación. Los devotos continúan su recorrido en plegaria, con fe, devoción y reflexión.
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Los grupos parroquiales son los encargados de escenificar la vida dolorosa y buscan que los ciudadanos mediten a través de la oración sobre la pasión y muerte de Jesucristo. Durante estos días, la población se abstiene de comer carne, pollo, como representación de penitencia, y algunos católicos se unen al ayuno.
Se incluye la bendición de las palmas que se pueden encontrar en la plaza, donde mujeres arman palmeritas con adornos. Además, se llevan a cabo distintos actos litúrgicos y rituales de sahumado, así como visitas entre comunidades.
Durante la Semana Santa, suele disfrutarse de platos elaborados con pescado.