Jueza dicta pena benigna para Carlos Wiesse

El Poder Judicial dicto, a solicitud del Ministerio Público, una pena benigna contra Carlos Wiesse Asenjo, quien destrozó con una comba el auto de su vecino y posteriormente disparó varias veces sobre su vivienda, ubicada en el edificio residencial Los Castaños, en San Isidro.

La jueza Rossmery Orellana dictó cuatro años, seis meses y diez horas de pena privativa de la libertad, pero suspendida. Es decir, Wiesse cumplirá la medida en su vivienda, bajo restricciones. Además, dispuso el pago de pequeñas sumas como indemnización en favor de uno de los agraviados y del Estado.

Lo escandaloso de esto es que el fallo habría sido un acuerdo entre la Fiscalía, la defensa del acusado y el PJ, señalan los agraviados.

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Uno de ellos, Renán Mantilla, indica que, al estar Carlos Wiesse libre, ahora teme por su seguridad y su familia.

Y denuncia una serie de irregularidades que presenció durante las últimas audiencias.

“Estoy totalmente en desacuerdo con esta sentencia emitida por la jueza en la que avala un acuerdo entre la Fiscalía y el señor Wiesse”, comenta.

Mantilla señala que la titular del 11° Juzgado Penal Unipersonal de Lima propuso, para evitar un “juicio innecesario”, que la Fiscalía evalúe reducir la pena de 5 a 4 años para que el denunciado no tenga prisión efectiva sino suspendida y de esa manera pueda quedar libre.

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“Hubo una negociación en mi presencia. El fiscal adjunto señaló que él no podía aceptar eso, debía hacerlo el fiscal titular (Óscar Barrón). Ante esto, la jueza dijo que iba a llamar a ese fiscal personalmente para hablar en privado. Hubo esa conversación fuera del chat en donde se hicieron acuerdos. Luego de ello, sin fundamentación, se bajó una pena de cinco a cuatro años”, detalla.

Asimismo, asegura que no es la primera irregularidad que notó, ya que desde un inicio el fiscal no calificó el delito como tentativa de homicidio sino como peligro común, a pesar de que Wiesse entró a su departamento con un arma.

Renán Mantilla siente que no hay un arrepentimiento de parte del acusado e incluso notó cierta agresividad hacia él durante las audiencias.

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“Lo veo con esas ganas de venganza que atemoriza a mi familia”, alerta.

El agraviado ha tenido que mudarse dos veces en busca de seguridad. Además, ha sido perjudicado económicamente porque el departamento en el que fue atacado no puede ser alquilado ya que las personas tienen temor de vivir ahí porque saben que pueden tener como vecino a Carlos Wiesse.

No obstante, ni Renán Mantilla ni la otra agraviada, Ana Apaza, se quedarán de brazos cruzados. “Nosotros, lo que hemos hecho, es plantear una apelación (…) hoy ha salido a la luz un caso más de impunidad y no lo voy a consentir. Voy a agotar todas las instancias necesarias para que el hecho se esclarezca”, insiste Mantilla.

La clave

El fallo. De acuerdo con el juzgado, hubo una “conclusión anticipada” solicitada por la Fiscalía y la defensa de Carlos Wiesse. Ante ello, dictó la sentencia, la cual va acompañada de penas accesorias como la suspensión de su licencia de conducir y su permiso de portar armas.