Parado en la cuadra 2 de la avenida Caminos del Inca, frente a un edificio de la constructora Sembra, el señor José de Armeros muestra un cartel que expresa su desacuerdo con el proyecto: “Somos la representación de miles de vecinos. Surco se respeta”. Su departamento colinda con la parte posterior de la edificación y debe soportar el ruido y las molestias de una obra al lado. “Todo el tiempo mis vecinos y yo vemos esa grúa sobre nuestras cabezas”, dice señalando la enorme estructura metálica.
A su lado, otros vecinos también muestran carteles con frases de protesta en contra de esa y otras obras que se realizan en Santiago de Surco. “No estamos en contra de que se construya; lo que queremos es que se construya respetando las normas de zonificación, las alturas correctas”, refiere José. “En un predio donde antes vivían cuatro personas, ahora va a haber 90 departamentos”, agrega María Vilca, otra vecina presente en este plantón.
Este proyecto de la cuadra 2 de Caminos del Inca obtuvo una licencia para construir en el lugar un edificio de 20 pisos cuando la zonificación indica que máximo deben ser diez pisos. Ante la presión de los vecinos, la constructora llegó a un acuerdo con la Municipalidad de Surco para reducir la obra a 17 pisos. La construcción incluía viviendas de interés social (VIS), pero hoy el proyecto es residencial.
Sembra ha señalado que el edificio tendrá 17 pisos, apelando a la figura de la colindancia. Un edificio de oficinas de al lado tiene una altura de 40 metros, y este lo igualará. No obstante, los vecinos continúan en desacuerdo porque consideran que la municipalidad puede hacer mucho más para detener las obras. Aseveran, por ejemplo, que según la ley 29090 las licencias emitidas contraviniendo los parámetros urbanísticos y edificatorios pueden, y deberían, ser anuladas. “Pero la municipalidad dice que no puede actuar porque son derechos adquiridos”, manifiesta el vecino Eduardo García.
Lucha. José de Armeros, vecino de gigantesco edificio, con cartel que expresa su sentir. Foto: John Reyes/La República
La mayoría de proyectos que hoy cuentan con licencia de construcción la consiguieron en la gestión de Jean Pierre Combe, antes de que Carlos Bruce llegara a la alcaldía. El 2023 Bruce derogó dos ordenanzas de su antecesor que permitían construir más pisos de los permitidos. Al respecto, unos 60 proyectos estarían evadiendo los parámetros de altura. En la gestión de Bruce ya no se han dado licencias que evadan la zonificación, pero para los vecinos el alcalde no está haciendo lo suficiente.
La República pidió una entrevista a la Municipalidad de Surco para hablar del tema con un vocero, pero no respondieron.
El abogado César Nakazaki, también vecino del distrito, sostiene que se debería investigar si las ordenanzas derogadas en la gestión anterior fueron fruto del fraude, porque así se tendría una herramienta legal para frenar obras que perjudicaron a Surco. “Se debe revisar el procedimiento que se siguió para la expedición de esas ordenanzas, porque si se encuentran irregularidades en el procedimiento o se verifica que respondió a motivos ilícitos, se podría cuestionar su validez”, explica.
En la cuadra 5 de Caminos del Inca, en Chacarilla, está el proyecto Tribeca, que también apunta a levantar tres torres de departamentos que exceden la zonificación. La constructora ha accedido a rebajar la altura de 22 a 17 pisos a fin de llegar a un acuerdo con la municipalidad.
“Esta urbanización tiene unos 60 años y siempre ha sido tranquila, familiar. Siempre ha habido casas de máximo dos pisos. Con el tiempo algunas se vendieron y se hicieron edificios, pero no estas megaconstrucciones”, detalla Ada Pareja, vecina del lugar. Los vecinos de Surco están organizados en Juntas Vecinales Comunales, defienden su residencialidad y les preocupa el problema de congestión vehicular que viene con estas construcciones, además de los que ya tienen con el servicio de agua y alcantarillado en varias zonas.
También señalan que muchas constructoras aprovechan el sistema de vivienda de interés social (VIS) para hacer la mayor cantidad de departamentos en el terreno que tienen a fin de obtener mayores ganancias. “Usan la figura de VIS para hacer departamentitos de 40 metros, pero venden a precios altos. Lo que vemos es un afán de lucro”, dice María Vilca.
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Daño. Carlos Morán, residente en jirón Cosmos, señala grieta en su casa, causada por un proyecto aledaño. Foto: John Reyes/La República
En el jirón Cosmos encontramos a Carlos Morán, propietario de una casa, que se encuentra en medio de dos construcciones y que ha sufrido el agrietamiento del piso y las paredes de la parte trasera de su casa. Sobre él también se ubica una altísima grúa de metal. “En mi caso, el daño es incluso a mi vivienda”, dice. La construcción de al lado pretende hacer dos edificios: uno de seis pisos en el frente y otro de diez al fondo.
Frente a esa construcción, vive el abogado Martín Moscoso, que explica que la zonificación del jirón solo permite cinco pisos. “La municipalidad suspendió la obra, pero por ley debía comunicarlo al Ministerio de Vivienda. Y el ministerio le dio la razón a la constructora. Aunque el TC ha dicho que la única con autoridad para fijar parámetros de altura es la municipalidad distrital, el Ministerio de Vivienda lo desconoce. Incluso Indecopi falla a favor de las constructoras porque toman la suspensión como una barrera burocrática”, explica.
En otra zona de Surco, en la cuadra 3 de la avenida Castilla, urbanización Las Magnolias, encontramos a Gabriela García, junto con vecinos que protestan contra un proyecto de 22 pisos en el lugar. Podemos ver que en las casas y edificios aledaños hay carteles colgados con frases en contra de la edificación. “Dicen que voluntariamente bajarán a 18 pisos, pero la zonificación indica que lo máximo aquí es de siete pisos”, dice Gabriela. Personas que viven al lado de la construcción informan que sus casas vibran con los trabajos que se hacen allí y temen que la situación se agrave cuando avancen las obras.
Protesta. Gabriela García, vecina de proyecto de 20 pisos en avenida Castilla, y un pedido al alcalde de Surco. Foto: John Reyes/La República
La construcción de edificios pasando por encima de la zonificación y tratando de lograr la mayor altura posible no solo pone el peligro de colapso los servicios básicos, sino que también atenta contra el ordenamiento de un distrito y el paisaje visual de una ciudad. En otros distritos algunos alcaldes han permitido esos excesos. En Surco los vecinos organizados no quieren dejar que eso ocurra.
Precedente. Los vecinos de Surco señalan que si dejan que un edificio levante más pisos de los permitidos, se sienta un precedente y otras constructoras querrán lo mismo.
22 pisos en Surco solo están permitidos en alrededores de la vía Panamericana Sur. No en otras zonas.