Con información de Jaime Fernández
Lo apodan ‘el depredador’, tiene 41 años y una condena de cadena perpetua por haber abusado de menores de edad. Estaba prófugo y hoy, 5 de julio, fue capturado por agentes del Frente Policial Ica.
Se trata de César Enrique Gálvez Farfán, quien fue sorprendido al mediodía cuando caminaba por el centro poblado La Expansión Urbana, en el distrito de Salas Guadalupe.
Agentes de la Policía Judicial manifestaron que este sujeto tiene una requisitoria vigente por el delito contra la libertad sexual (violación sexual y actos contra el pudor) en agravio de una menor de 12 años. Estaba solicitado por el Juzgado Penal Colegiado de la zona norte de Chincha, la cual pedía su internamiento en el establecimiento penal de Ica.
Lo más grave es que cuenta con una sentencia de cadena perpetua de fecha 24 de marzo de este año, según el expediente 368-2021. Sin embargo, nunca llegó a cumplirla. Estaba en libertad hasta que hoy fue capturado. La tarea para dar con su paradero no fue nada fácil. Apenas se enteró de que la condena en su contra quedó firme, se fue tan rápido que dejó abandonadas su casa y todas sus pertenencias.
Los familiares de las menores que lo denunciaron, finalmente, creyeron haber encontrado respuesta de la Justicia.
"Pasamos varios meses con internaciones por intentos de suicidio y tratamientos psiquiátricos y psicológicos a causa del estrés postraumático y hoy, por fin, se hizo justicia”, dijo la madre de una de ellas.
No es el primer caso. El 27 de junio, la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Ica confirmó la sentencia de cadena perpetua para Jean Pool Canales Medina, acusado de agredir sexualmente a una menor de edad.
Este año, la Fiscalía Provincial Mixta de Lucanas, con el fiscal adjunto provincial Khimer Ericson Cauti Chocce como responsable de la investigación, logró que se condene a cadena perpetua a Juan Fredy Mayhua Barrientos (38) como autor de la violación sexual de una menor de 10 años de edad.
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En marzo de 2016, la progenitora de la víctima se encontraba internada en un establecimiento de salud de la región de Ica. Esto fue aprovechado por el hoy sentenciado, pues cometió actos sin consentimiento y, al día siguiente, la ultrajó. Ocurrió en Ayacucho.
Asimismo, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia condenó en última instancia a cadena perpetua al acusado Julio Cancino Sotelo al hallarlo responsable del delito contra la libertad sexual en agravio de un menor de seis años, hecho perpetrado en Ica en abril del 2004.