Por: Elmer Mamani y Luis Velásquez
¡Puuuuummm! El sonido de la primera explosión del volcán Ubinas adelantó el despertar de los habitantes del valle del distrito moqueguano de Ubinas. Eran las 03.17 de la madrugada del martes 4 de julio. Fue la primera liberación violenta con expulsión de magma pulverizado y rocas. Ceniza.
La altura de las cenizas alcanzó los 5,5 kilómetros desde el cráter. Por acción del viento, esta capa viajó al suroeste. En las siguientes seis horas, cayó sobre los centros poblados del valle de Ubinas, a seis horas de la ciudad de Moquegua. Cubrió plantas, techos de hogares, pistas, plazas y vías de los centros poblados de Querapi, Ubinas, Socohaya, Anascapa, San Miguel, Tonohaya, Huatahua, Huarina, Escacha y Matalaque.
Las explosiones son parte de la etapa eruptiva, después del incremento de la sismicidad y el calentamiento de la superficie del cráter debido al ascenso del magma. Estos dos últimos indicadores se habían advertido en la tercera semana de junio.
Edu Taipe Maquerhua es el coordinador del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI) del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico - Ingemmet. El especialista dice que la roca fundida (magma) se incrementó en la cámara del volcán. “Como es una masa de roca fundida a altas temperaturas, con alto contenido de gases, al momento de salir a la superficie la presión se libera y explota. El magma sale y se convierte en ceniza”, explicó.
Poco más de dos horas después, ocurrió el segundo estallido. ¡Puuuuummm!, se escuchó a las 05.21. Horas después, aunque con menos violencia: ¡Puuuummm!, una tercera detonación se escuchó a las 15.21 horas. El sol fue cubierto por la ceniza, que se dispersó en el cielo a vista de los casi 4.000 pobladores que viven cerca del volcán.
Estos vestigios se elevaron hasta los 3,5 kilómetros de distancia del cráter.
Para Gersy Mariño, investigador y vulcanólogo del Ingemmet, la población que habita entre los 15 y 17 kilómetros a la redonda está siendo impactada. “La ceniza afecta las córneas y las vías respiratorias, se recomienda el uso de lentes oscuros y mascarillas. También contaminan los frutos, por lo que también pueden traer consigo males estomacales”, advirtió.
Taipe indica que, por ahora, los datos dicen que se mantendrá este nivel de actividad: explosiones diarias moderadas y su principal peligro es la caída de ceniza y la expulsión “balística” de rocas. “Está prohibido acercarse a menos de cuatro kilómetros. Un impacto con esas rocas es mortal”, detalló.
Mariño coincide con ello. Sostuvo que la erupción sería similar a las del 2006 y 2014. “El 2019, como se recuerda, el magma pulverizado llegó hasta poblados de Bolivia. Esta vez observamos una erupción explosiva moderada”, contestó.
En el primer día de las explosiones, la población más cercana ha tratado de continuar con sus actividades normales. Es el caso de ganaderos y agricultores, manifestó Juan Paredes, jefe de la Oficina de la Gestión de Riesgos y Desastres del Gobierno Regional de Moquegua.
Cenizas. Las columnas del material particulado cayeron sobre los cultivos. Foto: Observatorio Vulcanológico del Ingemmet
En horas de la tarde, el Gobierno Regional suspendió el dictado de clases solo en los poblados de Tonohaya y Escacha.
Son 269 alumnos, en total, de 15 instituciones de inicial (6), primaria (5), secundaria (2) e institutos (2) que se ubican en el radio de influencia del volcán.
Ante el incremento de la actividad del coloso, Paredes detalló que tomarán medidas para hacer habitable el refugio de Siraguaya, en caso de una evacuación de emergencia. Informó que ya están ahí tanques de agua y trasladarán baños químicos. El refugio no cuenta con servicios básicos ni módulos para alumnos de inicial. Lo dejaron inconcluso después del anterior evento del 2019. Las instalaciones eléctricas requieren mantenimiento. Los ambientes no están adecuados para la posta de salud. Tampoco se consideró uno para la Policía.
El funcionario sostuvo que están a la espera de la declaratoria de emergencia de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para ejecutar 10 fichas técnicas por S/7 millones y culminar Siraguaya, ampliarlo con mas módulos y hasta abastecer de alimentos a los posibles refugiados. “En caso de una evacuación de emergencia, el Gobierno Regional dispondrá movilidades para el traslado. Ya estamos formando brigadas”, dijo.
Mariño apuntó que se debe tener especial cuidado con el poblado de Querapi, ubicado a 5 kilómetros del Ubinas. “Este poblado se halla en proceso de reubicación y las autoridades deberían acelerar el traslado”, señaló. Por su parte, Taipe indicó que aún no se está disponiendo una evacuación. “Si el comportamiento se incrementa, evaluaremos dar esa recomendación”, sostuvo.
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La gobernadora regional de Moquegua, Gilia Gutiérrez Ayala, mantuvo una reunión con todas las autoridades en la Plataforma Regional de Defensa Civil para afinar planes de emergencias con todos los sectores. En la cita, Roxana Mache de la ONG Centro de Estudios y Prevención de Desastres pidió también considerar alimentos y refugio para el ganado, habilitar una vía de evacuación y advirtieron que los módulos no son suficientes para la población.
Infografía - La República
El vulcanólogo del Ingemmet Gersy Mariño sostuvo que la caída de ceniza ya afectó al valle de Ubinas en anteriores erupciones: “En 2016 y 2019 hubo también afectación a la agricultura y ganadería en esa zona. Claro, lo que pasa es que las cenizas cubren las hojas de las plantas, al igual que los pastos. Ello impide que las plantas desarrollen y a la larga se secan. Entonces no hay producción y los animales mueren por falta de pastos. En años pasados se veía mucha mortandad de camélidos”. Aunque, lo primero, sugiere, es poner a buen recaudo a la población. “Lo mejor es alejar a las personas de la zona de impacto del volcán”, concluyó.