Los destrozos que viene generando el ciclón Yaku con el fenómeno de El Niño costero de 2017 son similares, incluso más complejos. Las lluvias torrenciales causan desborde de ríos e inundación en diferentes regiones del Perú, lo cual ha levantado la voz de protesta de la sociedad civil respecto a la labor que desarrolla desde hace seis años la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC). Ante los cuestionamientos, el director de Soluciones Integrales de esta entidad, Néstor Fuertes, admitió que se cometieron errores y reconoció que las intervenciones debieron iniciar en los afluentes.
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Néstor Fuertes manifestó a La República que la ARCC atendió a la población afectada por El Niño costero en 2017 en viviendas, centros educativos, establecimientos de salud y carreteras. Añadió que se realizaron trabajos de descolmatación de cauces en los ríos, pero sin soluciones integrales, cuyos proyectos se ejecutarán de Gobierno a Gobierno.
Empero, al consultarle sobre la opinión técnica de los colegios profesionales de Lambayeque tras el desborde del río La Leche, Zaña y Motupe, Néstor Fuertes señaló que hay situaciones por priorizar. “Existe retraso en obras, hay un mea culpa, pues las obras integrales debieron iniciar en ríos y drenaje pluvial. Sin embargo, se atendió otras necesidades de la población en educación y salud”, manifestó.
Finalmente, indicó que existe una inversión de S/9.000 millones desde Tumbes a Ica.