La madrugada del último domingo, más de un centenar de militares a bordo de una caravana de vehículos del Ejército partieron desde la ciudad de Puno, aparentemente con destino a la localidad de Desaguadero, frontera con el país vecino de Bolivia. A su paso, se toparon con vías bloqueadas y pobladores que salieron de sus domicilios alarmados, pues pensaban que los soldados llegaron para reprimirlos.
Los residentes del centro poblado de Molino, distrito de Juli, provincia de Chucuito, al promediar las 4.00 a. m., vivieron momentos de tensión cuando los soldados desbloqueaban parte de la carretera que conduce a Desaguadero y abrían el paso para sus vehículos.
Los ciudadanos que salieron a la vía solo atinaron a tocar sus silbatos, pedir auxilio y tildar de "asesinos" a los militares. Consideran que el Gobierno de Dina Boluarte envía a los soldados para amedrentar a los pobladores aimaras.
Al ser consultados por los pobladores, los efectivos daban información poco clara sobre su presencia y solo atinaron a decir que estaban de paso a Pomata, Yunguyo y Desaguadero. Los soldados liberaron una parte de la vía para que pasen sus carros. Minutos después, los aimaras volvieron a bloquear toda la carretera.