El suri o ñandú andino es una de las aves más grandes del Perú. Su escasa musculatura en el pecho y alas le impide volar. Habita en la sierra entre Puno, Moquegua y Tacna.
Anglo American Quellaveco, compañía minera que opera en la sierra de Moquegua, formó un equipo de investigación que monitorea la conservación de esta especie. Este equipo de científicos, registró por primera vez los sonidos que emiten los suris para comunicarse. Los especialistas llaman a esos cantos como “vocalizaciones”
El equipo de biólogos realizó este descubrimiento gracias a la instalación de audiómetros y cámaras trampa en lugares estratégicos de su hábitat. El monitoreo fue por largo tiempo. En ese proceso, se detectó las vocalizaciones para el apareamiento. Es decir cuando el macho llama a la hembra en este periodo reproductivo. También registraron vocalizaciones durante el cortejo”, explica Enrique Cachicatari, supervisor de Biodiversidad de Anglo American.
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Las investigaciones también determinaron que es el macho quien se encarga de anidar los huevos de varias hembras. Se organizan en familias, hasta hacerlos eclosionar, mientras que las hembras buscan alimento. Son los zorros y águilas que están al acecho, buscan un descuido para robarse los huevos de los nidos.
Anglo American monitorea al suri y el guanaco hace más de diez años. A partir del año de 2018 se potenciaron estos seguimientos al incorporar un paquete tecnológico consistente en drones equipados con cámaras térmicas, cámaras trampa que se activan cuando detectan movimientos, microcámaras que toman fotos y videos, y audiómetros que registran las vocalizaciones de estas especies.