El presidente de la República, Pedro Castillo, anunció que su Gobierno evalúa plantear al Congreso de La República que se incluya, en el Código Penal, la sanción de castración química para violadores. Ello tras el caso reportado en Chiclayo días atrás.
“Basta ya de tanta violencia, los crímenes de violencia sexual contra los niños y niñas no serán tolerados por este gobierno ni quedarán impunes. El dolor de esta familia también es el nuestro, me siento indignado ante tanta crueldad”, dijo el mandatario en su visita a Chiclayo.
Esta drástica medida sería obligatoria, tal como lo es en otras partes del mundo como Rusia, Estados Unidos (siete estados), Polonia, Corea del Sur, Indonesia y Moldavia. “Este hecho atroz e inhumano nos lleva a una enorme reflexión como país para adoptar políticas públicas de Estado más severas que salvaguarden los derechos humanos de los más indefensos, que son nuestros niños y niñas. Y la castración química es una opción, no podemos esperar más”, resaltó.
Por ello, hizo un llamado al Congreso a respaldar la propuesta, ya que necesitará de la aprobación del Legislativo para su legalidad. “Exhortamos al Congreso de la República a respaldar medidas concretas en favor de los más vulnerables, porque no podemos seguir tolerando estos violentos hechos que dañan nuestra integridad como sociedad y destruyen la vida de indefensos”, puntualizó.
Por otro lado, el presidente precisó que, de ser necesario, se ha dispuesto que mediante el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, la menor pueda ser trasladada junto a sus padres a la ciudad de Lima para los cuidados en su rehabilitación y para el debido apoyo psicológico, además del soporte legal que ya está recibiendo la familia.
A su vez, instó al Ministerio Público y al Poder Judicial a que, seguidos por los hechos y las evidencias contra los agresores, activen el proceso inmediato, a fin de formular una acusación directa y que en un plazo no mayor a cinco días puedan ser sentenciados.
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La castración química consiste en suministrar medicamentos que reducen la libido e inhiben el deseo sexual. Este procedimiento es aplicado como método preventivo contra las agresiones sexuales, y como castigo para los que cometen crímenes de esta índole.