Esta mañana, vecinos de Ancón acudieron a la playa Pocitas para verificar cómo van los avances de limpieza del litoral limeño tras el derrame de Repsol ocurrido el pasado 15 de enero. Allí se encontraba personal de la empresa española, que rociaba agua en las piedras y manualmente sacaba algunos rastros de crudo.
Sin embargo, cuando unas moradoras del lugar alzaron las rocas y pasaron el trapo que tenían, se observó que aún había petróleo. Quienes viven por el lugar piden que al menos les den un trabajo allí, ya que desde el desastre ambiental, ellos quedaron damnificados. “No nos quieren dar trabajo. Aparte que somos damnificados de Ancón y miren cómo está. Sigue el mismo petróleo debajo de las piedras”, sostuvo una vecina a El Fiscalizador.
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Otra añadió: “Las personas queremos trabajar, un puesto de trabajo. No queremos venir y que nos den nada gratis. Queremos trabajar, ganar nuestros frejoles, pero trabajando dignamente y para salvar nuestra playa de Ancón porque por esto del petróleo hemos sido damnificados. Por eso nosotros estamos trabajando. Y como ustedes pueden ver, nosotros nos hemos dado el tiempo de venir así, sin uniforme y ver la realidad, que aquí todavía falta, que aquí hay petróleo. Queremos por eso trabajar”.
Sostuvieron que es necesario que se empleen maquinarias especializadas para sacar y voltear las rocas para que posteriormente sean limpiadas.
Pese a que hay presencia de personal contratado por Repsol, aún falta mucho por avanzar para que las playas queden como antes. Incluso, expertos de la ONU han estimado que el derrame afectará entre 6 a 10 años la costa peruana.