Especialistas del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) recorren las lomas costeras de las provincias de Caravelí, Camaná e Islay, de la región Arequipa, con el objetivo de actualizar la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles a escala nacional.
También acudirán a los humedales de Pucchun y el estuario de Quilca ubicados en la provincia de Camaná y el batolito de Yarabamba de la provincia de Arequipa, donde se ubica el último bosque de árboles de yaro de la ciudad.
Estos tres ecosistemas son estudiados por las autoridades locales y en el caso de Pucchun, existe una mesa técnica creada para su protección.
Esta evaluación permitirá la actualización de la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles, lo que contribuirá a cuidar estos espacios con el fin de evitar invasiones, posesiones informales y la degradación de los ecosistemas a través de la gestión de los gobiernos locales.
La declaración de ecosistemas frágiles permite al Estado peruano proteger lugares por sus características especiales. Para que un ecosistema logre esta categoría debe cumplir diversos requisitos como la identificación de especies de flora y fauna silvestres categorizadas, protegidas o endémicas (propias del lugar) y también residentes. El lugar debe estar en buen estado de conservación y se debe garantizar la provisión de servicios ecosistémicos que generen beneficios a la población, entre otros.
Actualmente, Arequipa cuenta con cinco ecosistemas frágiles de lomas costeras declarados en las provincias de Caraveli, Camaná, Caylloma e Islay, los mismos que tienen una extensión de 53.557 hectáreas. Además, comparte un ecosistema frágil con Ica que abarca 6.103 hectáreas y otro con Moquegua, con una extensión de 3.587 hectáreas.