Si bien los niños no son los más afectados por el COVID-19, sí son altamente vulnerables a otras enfermedades. Lo preocupante es que ninguna vacuna dirigida a los menores de cinco años ha llegado al 50% de la meta anual el primer semestre del 2021. Las coberturas más bajas de estas dosis son aquellas que protegen de males, incluso mortales, como la difteria, la tos convulsiva, tétanos, la poliomielitis y la influenza. Esto pese a que su acceso debe ser gratuito y obligatorio en centros de salud.
Pero esa no es la única población con este problema. La baja cobertura también se ha hecho evidente con solo el 2.3% de los mayores de 60 años vacunados contra la influenza, el 7.7% de gestantes con la vacuna dTpa (tos convulsa) y un poco más del 10% de las adolescentes de 9 a 13 años con la primera dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).
La alerta sigue activa. Apareció a inicios de la pandemia y, a pesar de que el ritmo creció levemente en comparación al 2020, se mantiene este año. El Ministerio de Salud (Minsa) ha reconocido a este diario que existe una baja en las coberturas y que las olas de COVID-19 “golpearon muy fuerte” la inmunización regular.
Ahora, médicos infectólogos, organizaciones civiles en la Mesa de Concertación para la Lucha contra la pobreza (MCLCP) y el Colegio de Enfermeros demandan que se recupere, acelere y declare como prioridad de interés nacional la vacunación regular en diversos grupos etarios. “No solo importa la vacuna del COVID-19, sino las otras porque tienen efecto en la vida de las personas. Si mantenemos la velocidad, no se alcanzará la meta para fin de año”, dice el presidente de la MCLCP, Federico Arnillas.
Hasta la mitad del año lo esperado era llegar al 50% de la meta anual en cada una de las 17 vacunas que conforman el esquema nacional y que protegen de 26 enfermedades. No obstante, hasta junio, los avances apenas variaban entre 9.7% (segunda dosis de influenza) y 40% (tercera dosis de la pentavalente).
Así, por ejemplo, en el caso de la segunda dosis contra la influenza, dirigida a los bebés de siete meses, su cobertura no superó el 1% en marzo y en abril. En este último, solo se aplicó a 304 menores en todo el país. En regiones como Áncash, Junín, La Libertad, Moquegua y Tacna no se registró ni una aplicación, según los reportes del Minsa a los que tuvo acceso este diario.
Esta vacuna protege contra la infección respiratoria, también conocida como gripe, que puede presentar cuadros graves –con neumonía o muerte– principalmente en niños pequeños y adultos mayores. Sus epidemias estacionales son en invierno. “Los más pequeños son un grupo de riesgo. Otras enfermedades que también pueden ser mortales son sarampión, varicela, tétanos, difteria”, detalla el infectólogo pediatra Eduardo Chaparro.
Precisamente, las dosis contra estas últimas enfermedades también registran bajos niveles, similares a los del 2020. El primer refuerzo de la vacuna contra la difteria, tos convulsiva y tétanos (DPT) para niños de 18 meses reportan coberturas de 2.0% a 2.5% al mes desde enero hasta junio de este año. No obstante, lo esperado por los gobiernos es de 8.3% para alcanzar la meta de 553.993 menores programados.
Con menos del 4% mensual también figura el segundo refuerzo de la DPT; así como el de la antipoliomielitis para los de 4 años. “Están en rojo el 2020 y 2021. Estos servicios se retrasaron, prácticamente, desde el inicio de la pandemia. Hubo confusión entre influenza y COVID-19. Para la difteria se elevó por la campaña tras la muerte de una niña”, agrega Arnillas.
La iniciativa regional Voces Ciudadanas, una de las principales en el monitoreo de la vacunación, subraya que el balance no es positivo: el Perú está por debajo de países vecinos y de sus épocas prepandémicas.
Además, alerta la situación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) para niñas de 9 a 13 años, que previene el cáncer del cuello uterino, uno de los más frecuentes en mujeres. Las escuelas eran los principales puntos de promoción y aplicación. “¿Qué pasa con las niñas de quinto y sexto de primaria que no fueron vacunadas, ahora que no van a los colegios? ¿Qué pasará con las rezagadas, se las buscará?”, dice el vicepresidente de Voces Ciudadanas, Edson Aguilar.
A esto se suma un posible riesgo ante el retorno a clases de niños con la vacunación incompleta. “Hay una cifra muy alta que no está protegida correctamente. Diría que la ventaja es que ellos, que son quienes mayormente reparten las enfermedades, están en casa. Para regresar a los colegios, todos los profesores deben estar vacunados contra el COVID-19. La mascarilla puede reducir el riesgo para las enfermedades que se transmiten por vía respiratoria”, afirma Chaparro.
“El tema de la ‘covitización’ de los servicios ha sido la razón principal”, coinciden los expertos. Esto incluye el descuido en el primer nivel de atención, la tardía distribución de las dosis, la focalización de los equipos liderados por enfermeras en la vacunación COVID-19, las escasas campañas de vacunación regular en espacios abiertos y el miedo de los padres al contagio.
El ministro de Salud, Hernando Cevallos, y la jefa de inmunizaciones, Gabriela Jiménez, reconocen la caída y la existencia de una brecha. Ante ello, aseguran, habrá Vacunatones para las dosis no COVID, ampliarán los horarios de los centros de salud, coordinarán con las UGEL la aplicación de la vacuna VPH. Agregan que el próximo domingo se desarrollará la campaña “Ponte al día en tus vacunas”. “Deberíamos estar al 50% a nivel nacional y estamos a un promedio de 37% en vacunas trazadoras. El mayor número de regiones están en coberturas de 20 a 35%. Eso queremos levantar”, dicen.
Voces Ciudadanas reitera el pedido al Minsa para que se incorpore la vacuna tetravalente contra la influenza. Agregan que enviaron al sector un aplicativo que identificaba los espacios abiertos para la inmunización.
El médico Eduardo Chaparro pide al Minsa cambiar la vacuna oral contra la polio por la inyectable. Propone que en los vacunatorios COVID se apliquen otras vacunas.