El Ministerio de Salud (Minsa) informó que, de acuerdo a una investigación realizada por un grupo de especialistas en salud mental y adicciones de la Universidad de Bath del Reino Unido, el consumo de tabaco puede aumentar el riesgo de padecer trastornos de salud mental o agraviar los ya existentes.
De acuerdo a la investigación, se observó que aquellos individuos que dejaron de fumar por cerca de seis semanas registraron un descenso en sus niveles de depresión, ansiedad y estrés, y, además, experimentaron sentimientos más positivos y un mejor bienestar psicológico.
Respecto a estos hallazgos, Yuri Cutipé, director de Salud Mental del Minsa, señaló que muchas personas creen que el cigarrillo les ayudará a sentirse bien, cuando en realidad puede producir afecciones en la salud física y mental.
“La sociedad cada vez tiene más claro que el consumo de este tipo de sustancias no solo resulta nocivo para la salud física sino también para la mental”, indicó.
Cutipé agregó que “la ansiedad aumentó en todo el mundo” debido a la pandemia de la COVID-19 y que “alrededor de 2,4 millones de consumidores de tabaco dijeron sentir altos niveles de ansiedad”.
En el 2020, primer año de la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus, la entidad de Salud trató 1.349 casos relacionados con trastornos mentales y del comportamiento por el uso de tabaco. Según el Minsa, el 55% fueron adultos, el 12% adultos mayores, el 31% jóvenes y el 2% adolescentes.
“Las personas que sienten que tienen algún tipo de problema de salud mental por consumo de tabaco pueden comunicarse a la Línea 113 opción 5 del Ministerio de Salud para recibir orientación especializada o acercarse al Centro de Salud Mental Comunitario o servicios de salud mental más cercano a su hogar”, finalizó Cutipé.