En una entrevista para El Comercio, Manolo Fenández y Mirko Zimic revelaron que han desistido de continuar con la realización de la vacuna peruana contra el SARS - CoV - 2, debido a que se sienten muy cansados.
“Realmente estoy muy estresado y agotado por esta situación, entonces hemos acordado hoy con el Dr. Mirko, solamente terminar el trabajo de investigación correspondiente en animales. Vamos a presentarlo a la publicación internacional y si hay alguien que quiere terminar el proyecto, se lo damos. Pero Farvet no va a seguir continuando en estos proyectos porque lamentablemente más son los problemas que los beneficios”, afirmó Fernández.
Asimismo, manifestó que es falso que él se haya inyectado la dosis que se encontraba en estudio y aclaró que cuando afirmó dicha información se trató de un error.
“No es ninguna mentira. Nosotros estamos acostumbrados a trabajar con el virus de Newcastle [base de una de sus candidatas] 37 años, tenemos contacto con el virus. Nunca nos hemos vacunado, no nos podemos vacunar porque se requiere un permiso de un Comité de Ética. Eso lo sabemos. Bastó que yo diga, por una equivocación, me vacuné, para que inmediatamente me censuraran los peruanos”, sentenció.
En esa línea, el CEO del laboratorio Farvet también rechazó que él haya sido el encargado de entregar de manera gratuita ivermectina a los nosocomios de Chincha para que los galenos apliquen a la población, que en algún momento fue la más afectada por la COVID-19; sin embargo, respaldó su uso.
“En Chincha había 40 a 70 muertos al día. Aquí era un cementerio salir a la calle. Hoy la mortalidad es bajísima”, sostuvo el veterinario.
Este hecho no se ve solo en esta parte del país. Algunas personas, de otras regiones, han decidido tomar ivermectina como medida preventiva contra el nuevo coronavirus, pese a que no hay estudios que señalen si realmente tiene propiedades curativas.