Pensar en la pandemia del VIH este 2020 no es lo mismo que hace unas décadas e incluso hace un par de años. En la actualidad, la detección a tiempo del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) puede lograr que un paciente tenga la misma esperanza de vida que uno no detectado con la infección.
A pesar de que el VIH puede causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), los avances científicos han demostrado que esta epidemia está más controlada. Ya hay tratamientos que evitan que el virus se siga replicando, también hay medicamentos que evitan el contagio del patógeno en caso exista una exposición eventual y se sabe que no se puede contagiar el VIH a otros cuando la persona está en tratamiento y tiene una carga viral indetectable.
Todo ello se ha logrado gracias a los avances científicos en el tema. Hoy, los investigadores van más allá y apuntan a eliminar la pandemia del VIH, propuesta como meta mundial al 2030. Por ello, del universo de las candidatas a vacuna contra el VIH; Janssen, la compañía farmacéutica de Johnson & Johnson, en colaboración con la dirección de VIH/SIDA del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos están llevando a cabo la fase III de su prototipo.
El ensayo clínico Mosaico es un estudio de fase III que evalúa la eficacia y seguridad de una de las candidatas a vacuna contra el VIH, por primera vez en diez años un prototipo de inmunización tiene altas expectativas en la lucha contra esta enfermedad. La investigación se está llevando a cabo en ocho países del mundo: México, Argentina, Brasil, Perú, Estados Unidos, España, Italia y Polonia.
En el mundo, el proyecto espera reclutar a 3.800 voluntarios. El perfil de los candidatos es que tengan entre 18 y 60 años de edad, no ser VIH positivo y ser hombres que tienen sexo con otros hombres o personas transgénero que tienen sexo con otros hombres u otras personas transgénero.
En Perú se realiza en cuatro instituciones: el Centro de Investigaciones Tecnológicas, Biomédicas y Medioambientales (CITBM), la Asociación Civil Impacta, la Asociación Civil Vía Libre y la Asociación Civil Selva Amazónica, en Iquitos; e inicio hace casi un año.
Jorge Gallardo, investigador del CITBM de la Universidad San Marcos, explica que esta candidata a vacuna contra el VIH ha resultado del conjunto de ensayos clínicos previos que se ha ejecutado y lleva aproximadamente 12 años en desarrollo por la farmacéutica.
Además, el especialista indica que, hasta la fecha, Perú es el país que más voluntarios ha reclutado en el estudio Mosaico a nivel mundial, aunque enfatiza que todavía las cuatro instituciones seguirán recibiendo voluntarios hasta mediados del 2021.
Los candidatos que desean participar tendrán un seguimiento sobre su condición médica por un periodo de dos años y medio. Asimismo, se ofrece un paquete de medidas de prevención contra el VIH, que incluye consejería, preservativos y otras acciones que reducen los riesgos de infección.
En grandes rasgos, la inmunización emplea un vector viral que contiene información genética de una proteína de la superficie del VIH modificado, es decir, funciona como un ‘caballo de Troya’ para que el cuerpo humano detecte el patógeno y pueda crear una defensa sin tener elementos del virus.
En este caso, esta vacuna emplea el adenovirus de la cepa 26 que causa resfriado común y conlleva información genética de la proteína del VIH modificada en laboratorio, la GP140. De acuerdo al doctor Gallardo, la elección del agente viral responde a que este “no circula muy fácilmente” entre la población y puede ser manipulado con facilidad y así quitarle su capacidad de replicación.
Este tipo de experiencia basada en información del adenovirus 26 ya ha tenido reacciones positivas previas en el desarrollo de otras inmunizaciones como contra el Ébola, como explica Gallardo. Actualmente, la compañía farmacéutica Janssen también está verificando la seguridad de una candidata a vacuna contra la COVID-19 basada en esta tecnología.
Jorge Gallardo explica que la replicación de VIH funciona como una “fotocopiadora malograda”. “Saca copias, pero no son exactamente idénticas a la anterior y eso hace que nuestro sistema inmune se confunda aún más porque van a ver diferentes tipos, entonces todo eso hace que no pueda ser controlado por la inmunidad natural”, detalla.
Sobre aquella característica, Gallardo utiliza una analogía a través de colores para explicar cómo la vacuna intenta hacer frente a esta condición.
“Si la GP140 en América es roja, en cada continente es diferente. Lo que se ha hecho es que se han tomado muestras representativas de estos tipos de VIH, es como si hubieran agarrado todas las GP140 y las hubieran roto en pedacitos y con todas esas piezas se ha reconstruido una nueva GP140 con cientos de colores, esa es la definición de un mosaico”, agrega.
“Cuando se trata de VIH, lo mejor es saber”, recalca el doctor Gallardo. En la actualidad, hay diversas formas de cuidado para evitar que un paciente infectado con el virus desarrolle el sida. Por ello, el médico recalca en la importancia de las pruebas, el monitoreo y las conductas responsables en la salud sexual.
Con el desarrollo de las pruebas de una de las candidatas a vacuna contra el VIH, Gallardo espera que se pueda poner fin a esta pandemia. “El VIH es una enfermedad crónica manejable como cualquier otra, como la diabetes, la hipertensión. Nosotros ahora queremos poner un granito de arena adicional buscando una vacuna eficaz y segura para ponerle fin definitivo a esta enfermedad”, finaliza el médico.
*Si deseas más información para participar en el estudio Mosaico, puedes pedir datos adicionales en el Facebook o Instagram de la Unidad de Ensayos Clínicos del CITBM.