Puno. Vilavilani y Paltuture, son dos de los proyectos hídricos que la región Puno, trabó judicialmente para impedir su ejecución. El primero suponía el embalse de 80 millones de metros cúbicos de agua, entre Puno y Moquegua, para solucionar la escasez hídrica en el valle de Tambo (Islay), Arequipa. Mientras que el segundo estaba destinado a trasvasar aguas altoandinas de Puno, hacia la región heroica.
Las razones van más allá de las alegadas en cada una de las medidas cautelares que paralizó cada una de las obras.
El sociólogo Roberto Viza, cree que aunque se quiera negar, a las regiones vecinas siempre les ha interesado el agua del altiplano. Cree que sobre el interés que puede ser natural o legítimo, también están presentes los propósitos de reivindicación por razones de territorio. “Hay un factor determinante. Y es que estos proyectos se querían hacer a la mala. Sin licencia, sin que existe limites definidos, sin considerar los impactos negativos advertidos por los lugareños”.
Leoncio Villa, dirigente del comité de lucha de la zona sur, aseguró cualquier obra tiene que hacerse su vulnerar los derechos de ninguna región.