La crisis por la pandemia del nuevo coronavirus, afecta las arcas de la Municipalidad Provincial de Cusco. Están mermadas por la falta de recaudación de recursos, así como la posible reducción del 17% del presupuesto para el próximo año. Ante ello, la alcaldesa Romí Infantas Soto, plantea declarar a su comuna en emergencia financiera.
La comuna depende de la recaudación que realiza por conceptos de arbitrios. Ello representa un 50% de su presupuesto. Otra gran parte de su presupuesto es por las transferencias que se le hace del Boleto Turístico y de la Caja Municipal Cusco.
Infantas Soto, declaró que no se cuenta con los recursos suficientes para emprender o retomar obras que ayuden a la generación de empleo. “Estamos tomando las medidas para recurrir a créditos suplementarios que nos permita cubrir las demandas” refirió.
A su turno el gerente general del gobierno edil, Juan Carlos Galdós, informó que se gestionarán dichos créditos a instancias del gobierno Central y no se cierra la posibilidad de recurrir a instituciones internacionales, según permita la normativa.
Otra problemática que afronta la municipalidad está en el pago a sus trabajadores. “Tenemos una deuda por los pactos colectivos, estos beneficios se financiaban con los recursos directamente recaudados. Lo trataremos de regularizar, según las posibilidades” dijo el funcionario.
La emergencia financiera deberá ser aprobada por el Concejo Municipal, por lo que la parte administrativa realiza los informes.
Infantas Soto, también informó que debido a la pandemia y la nueva convivencia, su gestión tomará una nueva óptica para la priorización de obras como proyectos de saneamiento básico que permita la reducción de brechas sociales. Aclaró que no se abandonará obras multianuales ya comprometidas.