Antes de regresar con su familia, Félix decidió dar testimonio de lo que fue su lucha contra el coronavirus en el Hospital Hipólito Unanue de Tacna y dejar un mensaje de conciencia a la población en base a esta experiencia vivida.
“He sentido en bastantes oportunidades morirme por falta de oxígeno”, confiesa Félix, frente a uno de los médicos que lo atendió en el nosocomio.
No fue una batalla fácil, pero con el tratamiento y el cuidado del personal de salud pudo sobreponerse y derrotar a la COVID-19.
Ahora, con un mejor semblante, hace una autocrítica respecto a lo que pensaba de la pandemia. “Esto no es cosa de juego. Lo hemos tomado muy a la ligera. En Tacna escucho que el virus no existe, que es mentira. Pero yo puedo dar testimonio, puedo dar fe que ese virus es fuerte y no se lo deseo a nadie”, manifiesta.
Es por este motivo que invocó a la población a cumplir con las medidas sanitarias como el uso constante de la mascarilla.
Además, agradeció al personal de salud por sus cuidados y se mostró emocionado por regresar con su esposa y sus pequeños hijos.
“El personal médico, enfermería y técnico siempre estamos para apoyar en todo lo que se pueda en nuestras manos. Siempre vamos estar para cuidarte”, le dijo uno de los galenos del hospital.