En plena avenida Tacna, un grupo de vecinos denunció la existencia de dos buzones sin tapa que pone en riesgo de sufrir un accidente a los transeúntes en el Centro de Lima. Frente a la iglesia Santa Rosa, decenas de ciudadanos (niños y jóvenes) circulan por la zona sin imaginar que podrían caer a uno de los agujeros.
“Niños pasan por este lugar, podrían caer”, mencionó una vendedora. Ambos huecos serían para el acceso al cableado y depósito. Según declaraciones de los serenos, las tapas fueron robadas. “Esto queda libre. La gente puede caerse”, dijeron a América.
Si bien el personal del Serenazgo habría puesto mallas de seguridad para evitar que las personas caigan, esto no ha evitado que sucedan accidentes de algunas mascotas. “La otra vez, una señora llevaba a su gato y se le escapó. Cayó a uno de los huecos y tuvo que ser rescatados por el Escuadrón de Emergencia”, detalló una mujer.
No es el único caso, puesto que un perrito también cayó en uno de los buzones sin tapa y tuvo que esperar un mes para ser rescatado. Vecinos de la zona le arrojaban comida para que pueda sobrevivir.
Al cierre del informe, contratistas llegaron al Centro de Lima para realizar el cierre de los agujeros y la reposición de las tapas. El último 28 de julio, una trabajadora municipal que se encontraba en una protesta hacia el Palacio de Gobierno también denunció la existencia de las tapas sin buzón. Incluso, casi cae en uno de los huecos.
Este último caso recuerda al del menor de dos años que cayó en un pozo en el Cercado de Lima. El niño había caído cuando jugaba con sus padres en el parque. El agujero estaba tapado por el césped crecido y cedió con el peso del pequeño.
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