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Sociedad

Cada día dos efectivos de la Policía pierden la vida por la COVID-19

Cifras negativas. Los efectivos de la Policía Nacional se han convertido en el colectivo de servidores públicos más afectado por la pandemia del nuevo coronavirus: los fallecidos son 305. Los especialistas indican que por lo general los enfermos esperan hasta el último momento para pedir atención, una conducta que debe cambiar para salvar vidas

Tenemos una muy mala noticia. Hace menos de dos meses, La República hizo un recuento de 140 policías fallecidos víctimas del nuevo coronavirus desde el inicio del estado de emergencia sanitaria. Ahora suman 305. Más del doble.

La base de datos nos indica que la gran mayoría supera los 50 años y que tenía enfermedades previas. Se contagiaron en el cumplimiento de su deber, exigiendo a la población a que acatara las medidas del Ejecutivo para que no se propague la mortal pandemia. El contacto directo con la gente es lo que explica por qué los policías son los servidores del Estado más afectados por el nuevo coronavirus.

Pero también es cierto que hay efectivos que esperan hasta el último momento para recibir atención.

“Lamentablemente, los policías llegan al Hospital Central en un cuadro crítico de insuficiencia respiratoria, y cuando son sometidos a un examen de tomografía, el resultado nos muestra que tienen neumonía severa a consecuencia del Covid-19”, explicó el jefe del Área Crítica del Hospital Central de la Policía Nacional, el médico Ricardo Paredes Salazar.

“Un paciente con lesiones pulmonares por el nuevo coronavirus tiene dos probabilidades: que durante su hospitalización responda al tratamiento o de lo contrario su estado se deteriore y pase a una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Sin embargo, es peor que termine entubado. Casi el 90 por ciento de pacientes que ingresan a UCI con estos cuadros, no resisten y finalmente mueren de una neumonía”, explicó el doctor Ricardo Paredes.

Las cifras indican que 19.340 policías dieron positivo.

El profesional de salud detalló otros factores de riesgo que contribuyen a la mortalidad del paciente afectado por el coronavirus. Mencionó, por ejemplo, que el paciente sea hipertenso, asmático, obeso o presente problemas renales.

“Cuando un paciente llega a emergencia con síntomas de Covid-19, es sometido a una serie de exámenes de hemogramas, glucosa y úrea para saber cómo está funcionando el hígado y el riñón. Y dentro de esos exámenes hay marcadores que indican el grado de inflamación del organismo. Indirectamente, me está diciendo qué tan agresiva está siendo la enfermedad. Son parámetros que nos obligan a determinar cómo debemos actuar para neutralizar el virus”, dijo el médico Paredes.

Prácticamente, en promedio, pierden la vida dos policías cada día por el nuevo coronavirus.

Relatos de muerte

Cristina Burga Baltuano era una suboficial de primera de la Policía Nacional. Iba a cumplir 30 años el 15 de octubre del 2020. Sin embargo, una crisis de insuficiencia respiratoria originada por el nuevo coronavirus la puso en estado crítico.

Nacida en Lima, Cristina Burga tenía doce años de servicio en su institución, y desde que egresó de la Escuela de Suboficiales de la PNP, laboró en la Dirección de Tránsito y Seguridad Vial. Pertenecía a la Promoción Los Invisibles 2008. Era madre de un niño de dos años.

Sin embargo, la suboficial Cristina Burga no solo controlaba el tránsito. También era una activa activista de los programas de Participación Ciudadana de la PNP, dando clases de seguridad vial en los centros educativos.

“Tenía 16 años cuando ingresó en la Policía, y al no cumplir la mayoría de edad, no pudo egresar de la escuela de formación, por lo que tuvo que permanecer dos años como instructora”, relató a La República su esposo, ahora viudo, Jonathan Acosta, también un suboficial de la PNP. “Era una mujer íntegra y con valores, no solo como policía sino también como madre y esposa. Amaba su trabajo y a su familia. Siempre participaba en los eventos navideños, llevando regalos y alegrías a los niños. Tenía un corazón de ángel”.

“Debido a su trabajo, ella sufría de los riñones, por lo que tuvieron que extraerle un riñón, y pese a ello continuó laborando, incluso durante la pandemia. Luego, fue aislada porque era vulnerable, hasta que contrajo el virus”, relató el viudo.

Tanto Cristina como Jonathan se sometieron a una prueba de hisopado. Él salió negativo, pero su esposa no tuvo la misma suerte. Su cuerpo no resistió a un ataque respiratorio provocado por el Covid-19 y falleció el 3 de junio de este año, en el hospital Augusto B. Leguía en el Rímac, un nosocomio para policías.

“Teníamos 9 años de casados y habíamos planeado festejar a lo grande su cumpleaños. Su deseo era estar con toda la familia y sus amistades, pero ese virus se la llevó”, contó afligido el suboficial Jonathan Acosta.

Por su parte, el jefe del Departamento de Enfermedades Contagiosas del Hospital Central de la PNP, el infectólogo Héctor Olano Castillo, advirtió que anteriormente los pacientes presentaban un cuadro del 10 a 20 por ciento de sus pulmones afectados, pero ahora ese porcentaje llega hasta un 60 por ciento de pulmones dañados. Es decir, arriban al hospital en un estado de mayor gravedad.

“Las neumonías virales son masivas y tienen un curso rápido de evolución, a diferencia de las neumonías bacterianas que son más lentas. Este virus es más violento, más agresivo y compromete ambos campos pulmonares y, de acuerdo con el grado de compromiso pulmonar, lógicamente tiene mayor riesgo de morir”, apuntó el médico Héctor Olano.

Explicó que un paciente afectado por el Covid-19 puede tener síntomas leves como cefalea, dolor de garganta o muscular asociado con una fiebre, y esos síntomas pueden afrontarse con ivermectina y paracetamol, para evitar que el paciente llegue a un estadio más avanzado como una insuficiencia respiratoria o una neumonía severa.

De acuerdo con el reporte del Comando Covid de la PNP, 19.340 efectivos se han contagiado con el nuevo coronavirus y otros 11.577 vencieron la enfermedad y retornaron a sus centros de labores. Mientras que un total de 305 policías fallecieron desde que empezó la pandemia en nuestro país.

Prevenir, antes que lamentar

“Actualmente, hay un promedio de 200 pacientes Covid-19 internados en el hospital central de la PNP, de los cuales están distribuidos en las áreas de Neumología, Emergencia, UCI y en la clínica de oficiales. La mayoría presenta un cuadro de neumonía atípica”, anotó el infectólogo Héctor Olano Castillo.

El suboficial de primera PNP Jorge Ágreda Campos tenía 52 años y era de la promoción de la antigua Policía de Investigaciones del Perú (PIP). Falleció el 22 de junio último de una neumonía severa provocada por el Covid-19 en el hospital regional de Trujillo.

Ágreda había cumplido 30 años de servicio en su institución, y como buen detective, participó en innumerables operativos contra la delincuencia, salvándose de la muerte en medio de balaceras con bandas criminales. Sin embargo, durante una intervención en el distrito de El Porvenir, en Trujillo, se contagió.

“Mi padre era una persona valiente y muy astuto, por esa razón fue nombrado jefe de un equipo de la División de Investigación de Robos en Trujillo, su tierra natal. Nunca tuvo miedo a nada y siempre estuvo comprometido con su Policía hasta el último día de su vida”, relató su hija, Lucy Ágreda.

“Nunca dejó de ser policía, incluso cuando estaba de franco. Un día, mientras estábamos en un taxi, mi padre se percató de que tres sujetos iban a asaltar un grifo. Bajó del auto y con pistola en mano persiguió a los delincuentes, logrando frustrar el atraco”, dijo la hija del efectivo Ágreda.

El jefe de Áreas Críticas del Hospital Central de la PNP advirtió que una persona positiva para Covid-19 puede estar en buen estado general. Es decir, asintomático. Pero al estar expuesto puede adquirir una carga viral y desarrollar rápidamente la enfermedad. Y si a eso le sumamos que es hipertenso o es obeso terminará con complicaciones hasta el punto que podría ocasionarle la muerte.

“Por ejemplo, hay pacientes que llegaron a emergencia porque solo tuvieron una manifestación de cansancio al hacer un esfuerzo físico. Es decir, vienen síntomas de falta de respiración o con presión en el pecho, y cuando son sometidos a una tomografía, se logra evidenciar gran compromiso pulmonar y estos compromisos pulmonares muchas veces condicionan que el paciente se hospitalice para administrarle oxígeno y un tratamiento hospitalario. Algunos responderán al tratamiento, pero otros no. Todo dependerá de las defensas del organismo”, enfatizó el médico Ricardo Paredes.

El nuevo coronavirus es agresivo y no perdona nada. Lo primero que debe hacer un efectivo policial es recurrir a un especialista. No debe esperar agravarse. Necesitamos más policías.

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