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Sociedad

Wilfredo Nicacio: “Con COVID-19 saqué fuerzas de donde sea por mi escuela”

Día del maestro. El director Wilfredo Gregorio Nicacio ya está de pie y hoy tiene un comité para atender a profesores y padres contagiados. Su colega Tanith Peña reunió fondos y regaló radios a sus alumnos de Loreto. Estas son sus historias.

“Tenía que sacar fuerzas de donde no había”, cuenta Wilfredo Gregorio Nicacio, ahora todo un sobreviviente. Hace unas semanas, él se contagió de Covid-19 y, al ser diabético, los primeros días temió lo peor. “Ya había decidido a quiénes dejarle mis propiedades”, recuerda. Pero el director del colegio Inca Garcilaso de la Vega 2041, en Independencia, sabía que tenía a su cargo 55 profesores y cerca de 1.000 alumnos, por lo que decidió continuar trabajando desde casa pese a la enfermedad.

El proceso no fue fácil, pues hubo días en los que los síntomas se sentían más. Fue ahí cuando decidió que ningún otro docente o alumno pasaría por lo mismo sin contar con apoyo, como él tuvo de su familia y el sindicato.

Al director se le ocurrió formar un comité de salud, integrado por médicos, una psicóloga y docentes, para ayudar a aquellos que contraigan el virus. A la fecha, un total de 14 personas, entre maestros y padres, se han enfermado, sin contar a sus familias, y han recibido la asistencia del grupo. Esta consiste en brindar un diagnóstico médico y la receta correspondiente, colaborar con la compra y entrega de los medicamentos indicados, así como de los víveres, debido a que el paciente no puede dejar su vivienda. “De esta manera hemos salido adelante”, afirma.

Para Lucio Castro, secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), esta pandemia ha demostrado el compromiso de los docentes con el futuro del país. Por eso, pese a las necesidades tecnológicas y la nueva experiencia, ellos siempre encuentran soluciones a los problemas.

Oír para aprender

Hasta antes de la pandemia, Tanith Peña viajaba 30 minutos en un ‘deslizador’ por el río Amazonas para llegar a la escuela inicial N° 761, en la comunidad 9 de diciembre, en Loreto. Era la forma más rápida de llegar. A las 6:30 de la mañana, la docente y directora ya encontraba a algunos niños sentados al interior de la infraestructura de madera con techos de calamina esperando tomar su desayuno. “Son personas humildes”, señalaba. Pero con la llegada del virus, las carencias se evidenciaron aún más.

De sus 5 alumnos, 3 no contaban con una radio, uno la tenía “malogradita” y otro debía ir donde un conocido para oír el programa ‘Aprendo en casa’. Para ellos, comprar el aparato equivalía a la comida de una semana. Tanith se sentía desanimada. No sabía cómo ayudarlos.

En un comienzo optó por escuchar la clase, apuntarla y convertirse en locutora. “Hacía lo mismo que la radio, pero es desgastante y los niños no pueden estar en el teléfono por más de 5 minutos. Son niños y se aburren rápido”, cuenta. Así que decidió buscar apoyo entre sus amigos para conseguir y repartir radios.

En la primera convocatoria logró adquirir más de 30, aparte de cuentos y colores, y ayudó a 5 comunidades. También, entregó cuadernos que, a falta de impresora, tuvo que llenar con ejercicios ella misma, según las edades de los menores (entre 3 y 5 años). Y pagó la movilidad de los padres para que puedan recoger los materiales educativos.

Las radios han mejorado el aprendizaje en un 80%, asegura. “Yo estoy contenta porque me mandan fotos de sus trabajos al día”, revela. La meta de Peña, junto a otros colegas, es entregar más de 600 radios. La sonrisa de sus alumnos es el mejor regalo.

Brechas en la educación

Diana Lazo ha caminado kilómetros para llegar a las casas de sus alumnos, luego de no saber de ellos por días. Muchos viven en los cerros, donde no pueden cargar su celular por falta de electricidad ni acceder a la señal de ‘Aprendo en casa’. Otros ni siquiera disponen de una radio.

La docente y directora del Centro de Educación Básica Especial (CEBE) 03 de Chalhuanca, en Apurímac, tuvo que ingeniárselas para que sus alumnos, que tienen entre 14 y 23 años, no detengan su aprendizaje.

Hay días en los que debe oír el programa por la radio y luego contárselo a los padres paso a paso. Hay otros en los que debe conseguir papeles y crayones. “Ellos también tienen derecho de pintar una hojita”, comenta.

Y al enterarse de que varias familias no habían recibido bonos o canastas, no descansó hasta que el municipio les brindó algún tipo de ayuda. En estos meses de emergencia, Lazo se ha esmerado en hacerles reflexionar a los padres sobre la importancia de que sus hijos no dejen la escuela. “Tal vez varios estudiantes no lleguen a leer o escribir, pero les enseñamos respeto, colaboración y valores”.

Educación vía WhatsApp

“Escucho la clase y mando la tarea por el teléfono de mi hija. Por allí la profesora también nos explica”, cuenta Silvana Rubia, de 74 años, quien es una de las alumnas de Edith López Arcos. A menos de seis horas de Lima, en el centro poblado de Columna Pasco, en el distrito de Yanacancha, el acceso a internet es reducido, pero la docente ha logrado que sus alumnas continúen con su curso de alfabetización.

Heli Ocaña, decano del Colegio de Profesores del Perú, comenta que este Día del Maestro se debe reflexionar sobre el importante rol que cumplen en la sociedad. Los docentes hoy son los impulsores del cambio.

Claves

- Más de 340 docentes de colegios públicos han fallecido durante la emergencia. Muchos de ellos por Covid-19, adquirido en plena labor al repartir materiales o alimentos, tal como lo reveló La República.

- El INEI señaló que hay 576.275 maestros en el sistema educativo.

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