José Víctor Salcedo
Cusco
La llegada del gas de Camisea a algunas regiones del sur está prevista -si no hay inconvenientes- para finales de 2023. El Ministerio de Energía y Minas confirmó que en 90 días se entregará la buena pro para la concreción del proyecto de masificación de gas natural denominado Siete Regiones. La iniciativa apunta a abastecer con gas natural a 500 000 personas en las regiones Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Cusco, Puno y Ucayali.
El proyecto considera la distribución del combustible mediante ductos en las principales ciudades de las siete regiones. Ahora ya cuenta con un cronograma definido para su adjudicación vía concurso público, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), luego que ProInversión haya aprobado la versión final del contrato de concesión el 1 de julio.
Según este cronograma, la concesión se concretará dentro de tres meses. El proyecto Siete Regiones contempla una inversión estimada de US$ 200 millones mediante el mecanismo de Asociación Público Privada (APP).
Cuando el gas llegue a la región imperial, las provincias beneficiadas serán Cusco, Quillabamba y Calca; en Puno llegará primero a Juliaca y Puno; y en Apurímac abastecerá a Abancay y Andahuaylas.
Una vez concesionado el proyecto, la empresa ganadora tendrá dos años y seis meses para poner el proyecto en funcionamiento. El propósito es lograr 113 535 conexiones en esas esas regiones. La concesión será por 32 años, pero esta puede prorrogarse hasta por otros 28 años adicionales a un ritmo de 10 años cada vez que venza el plazo contractual. “Sin sobrepasar un plazo máximo acumulado de 60 años”, precisa la versión final del contrato.
La concesionaria se encargará del diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento del sistema de distribución de gas natural por red de ductos para abastecer con este combustible limpio y económico a las viviendas de las regiones. Eso considera la infraestructura del proyecto que inicia en el City Gate conformada por la estación de recepción de gas natural (filtrado, regulación, medición, odorización, almacenamiento, etc.), así como las redes de distribución en baja presión y las estaciones de regulación distrital.
Cabe precisar que para el desarrollo del proyecto se considera utilizar recursos provenientes del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) y del Sistema de Seguridad Energética en Hidrocarburos (SISE), que permitirán implementar un plan mínimo de conexiones. Según el contrato, por cada consumidor conectado del Plan Mínimo de Conexiones, la empresa concesionaria recibirá un reembolso por los conceptos de costo de conexión más el Impuesto General a las Ventas (IGV).
Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones, la concesionaria deberá entregar al gobierno peruano una garantía de fiel cumplimiento por un monto de US$ 16.5 millones de acuerdo con el formato indicado en el contrato.
La garantía de fiel cumplimiento garantiza igualmente el pago de penalidades. Asimismo, la empresa deberá presentar la renovación de la garantía “con una anticipación no menor a 30 días calendario a su vencimiento”.