Un nuevo estudio reveló que la COVID-19 habría mutado, principalmente en la espiga. El doctor Elmer Huerta explicó que esa sería la característica principal de que este virus que sea mucho más contagioso, pero no más letal.
“Lo que han descubierto es que el aminoácido 614, cuando pasó a Europa y Estados Unidos cambió. Esta simple mutación lo que ha hecho es que la espiga sea más dura, lo que hace que entre mejor a la célula y que infecte más”, mencionó en su programa Sanamente en América TV.
Ante esta situación, el especialista invocó a la población a seguir utilizando mascarillas y cumplir con las medidas restrictivas impuestas por el Ministerio de Salud.
“Lo cual refuerza que debemos seguir usando la mascarilla, la distancia social para no contagiarse por un virus que parece que ha mutado para ser más infeccioso, pero no más letal”, mencionó Huerta.
Por otro lado, aclaró que pese a la mutación, no habrá problemas con las vacunas que se vienen elaborando en los diferentes laboratorios del mundo.
“Las vacunas se están preparando en base a 12 regiones que se llama epítopos, estas se refieren a qué parte de su cápsula despierta más defensas cuando el virus entra a su cuerpo. Epítopo es la parte del virus que es más inmunogénica. (...) De estos 12 epítopos, la mayoría está en la antena, en la espiga que es la parte del virus que usa para entrar la célula. Todos los estudios de mutaciones indican que la espiga está constante, no hay problema con las vacunas”.
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.
Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Incluso, cierta cantidad de personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.