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Sociedad

Las banderas blancas: Sinónimo de hambre y también de la solidaridad [VIDEO]

Ayuda. Doce familias de la Exparada de Tingo en Sachaca viven de la caridad ajena. No tienen recursos para alimentarse por eso se organizan en torno a ollas comunes y llevarse algo al estómago. Grupo Gloria prometió darles apoyo.

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apoyo. Familias claman por ayuda para poder seguir guardando cuarentena y alimentar a sus hijos menores.

Abad Ventura

Arequipa

Son las 11 de la mañana. En la exParada de Tingo del distrito de Sachaca, cinco mujeres se alistan para la olla común que debe alcanzar 60 raciones. Las madres miran la mesa y no hay que pensar mucho para elegir la comida de hoy. Tienen 4 kilos de arroz, dos de lentejas y una cantidad similar de porotos. También algunas verduras y tomates. Prepararán lentejas debido a que un vecino consiguió medio kilo de carne. “Al menos le pondrá sabor”, dice Miriam Janahuire (44), madre soltera con tres hijos de 4, 5 y 9 años.

Antes de la pandemia, ella vendía sus papas rebosadas en la parada de Tingo y llegaba ganar hasta 40 soles diarios. Ese dinero le alcanzaba para la alimentación y educación de sus pequeños. Sus ahorros le duraron hasta finales abril y desde entonces vive de la caridad de las personas. Ella también participa en la olla común que las 12 familias realizan desde finales de mayo. “Gracias a Dios, la bandera blanca que hemos colocado nos ha traído ayuda de los vecinos”, dice.

La pandemia no solo le trajo más pobreza a Soledad Quispetupac (23), sino también el abandono de su pareja. Ella tiene dos hijos. Lia de 2 añitos y Thiago que nació el 7 de marzo. Necesita desde leche hasta pañales para su bebé. Antes de su embarazo trabajaba como moza y planeaba regresar a ese trabajo, que ahora está lejos por el Coronavirus.

Mujeres emprendedoras

Con todas sus limitaciones y dificultades, este grupo de madres quiere salir adelante sin hacer daño a nadie. Señalan que hubiera sido fácil ir a robar a las chacras colindantes pero jamás lo han hecho. Prefieren perder la vergüenza y pedir ayuda a la población o empresas privadas, ya que del gobierno han perdido las esperanzas. Solo tres familias recibieron canastas que les han durado una semana. Ninguno fue considerado para los bonos pese a tener condición de pobres.

“Me inscribí en el bono universal y me sale que ya tiene conocimiento de mi caso y que siga esperando”, dice la señora Dina Morales (53), que vive junto a sus hijos y nietos. En total 7 integrantes.

Su hijo David Vizcarra (32) se había prestado 5 mil soles del banco en enero y con ello empezó a elaborar gelatinas artísticas. Le iba muy bien y pagó puntualmente sus dos primeras cuotas. Cuando empezó el Estado de Emergencia sus sueños de emprendedor terminaron y ahora está gestionando que le reprogramen sus cuotas. No tiene de donde sacar dinero.

Una situación similar atraviesa la señora Mónica Arquinigo (40), que con un préstamo de 2 mil soles venía elaborando sus coronas que en noviembre debía vender como todos los años en el cementerio La Apacheta. Le congelaron la deuda dos meses y ahora ya le están llamando de manera insistente. Ella tienes dos hijos de 18 y 5 años.

"He llegado a pensar que por tener mi préstamo el Estado no me tiene en cuenta", acota David.

Dice un viejo refrán que “no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”. Al término de una transmisión en vivo de La República, la empresa Leche Gloria llamó a las familias para ofrecer ayuda con leche. Algo que los niños lo pedían y no toman hace días.