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Sociedad

Se incrementaron las llamadas de ayuda a Alcohólicos Anónimos durante la cuarentena

Autoridades de la asociación reportaron un aumento en las llamadas que han recibido desde que inició el estado de emergencia en el país.

larepublica.pe
(Foto referencial: Alberto Pereira / La República)

Las llamadas de ayuda a la asociación Alcohólicos Anónimos del Perú se incrementaron durante la cuarentena, según reportaron autoridades en un informe emitido este domingo en Cuarto Poder. A ello se suma la dura situación que viven personas que sufren el alcoholismo desde que inició el estado de emergencia.

“Estamos recibiendo llamadas de madres y esposas que observan ese proceso del alcoholismo, que antes era fuera de casa, ahora dentro de la propia casa y las consecuencias las están viviendo en el hogar”, reveló Antonio Lara, presidente de la asociación.

En efecto, el aislamiento social en que vive la población en el país puede generar una serie de dificultades psicológicas. La ansiedad, el estrés y la depresión se perfilan como consecuencias peligrosas del prolongado encierro. En este escenario, miembros de Alcohólicos Anónimos del Perú relataron sus experiencias durante la cuarentena.

En el duro proceso de dominar una adicción, estas personas ven agudizadas sus ansiedades debido a la situación paralizante, a que no pueden salir de casa para distraerse o al permanente control por parte de sus familias. “Estamos viviendo un estado de incertidumbre, miedo, de no saber qué viene mañana. Estar en aislamiento, que es un encierro dentro de tu propia casa, genera una situación de estrés y hay personas que creen que pueden resolverlo a través del consumo de alcohol", señaló Lara.

Por su parte, los miembros saben mejor que nadie lo que el aislamiento puede hacer con la mente de una persona que padece una enfermedad como el alcoholismo.

“Ahorita hay mucha gente que está sufriendo, que no es alcohólica, pero así como el encierro te hace comer, puede hacerte tomar, te hace drogarte por querer escapar de la realidad, por tener una anestesia temporal. Yo recurrí al alcohol para poder ahogar mis penas, pero mis penas eran tan moscas que aprendieron a nadar sobre ese dolor. Gracias a alcohólicos anónimos he aprendido a disfrutar una vida nueva, una vida plena”, narró uno de los miembros de la asociación a Cuarto Poder.