Si antes de la pandemia por el nuevo coronavirus, el comercio ambulatorio conformado por peruanos y extranjeros ya constituía un problema social y un reto para las autoridades de las tres municipalidades provinciales y una comuna distrital de la región Lambayeque. Ahora la situación se complica con el aumento de esta población que forma parte de los 200 mil ciudadanos que empobrecieron en el estado de emergencia.
Hasta inicios de marzo, el mercado Modelo de Chiclayo concentraba hasta cinco mil informales tanto en el interior y exterior, específicamente en las vías colindantes; mientras el complejo comercial Moshoqueque, el que se ubica en el distrito de José Leonardo Ortiz registra hasta seis mil ambulantes.
El panorama no es alentador, afirma el subgerente de Mercados de la Municipalidad Distrital de José Leonardo Ortiz (MDJLO), Daniel Odar, quien precisó que en plena cuarentena los trabajadores independientes son más de dos mil y permanecen en la vía pública desde las dos de la madrugada. Es decir dos horas antes, de lo que ocurría en marzo pasado.
Esta situación debilita las estrategias sanitarias contra la Covid- 19, debido que el comercio ambulatorio genera mayor interrelación de personas que en su mayoría no respeta el distanciamiento social.
Así lo precisó el alcalde de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), Marcos Gasco Arrobas que señaló se tomarán medidas drásticas para que los informales no vuelvan invadir el mercado Modelo
Si bien por ahora, el comercio en el mercado Modelo en la provincia de Lambayeque; además del Central y Santa Lucía en la provincia de Ferreñafe se restringió para frenar el contagio; también albergan a trabajadores independientes.
En el caso de la Ciudad Evocadora, llegan vendedores de los distritos de Mochumí, Íllimo, Pacora y otros.
Tanto Gasco y Odar coincidieron que la presencia de ciudadanos venezolanos empeora la situación. Incluso, en Chiclayo se desplazan por sus principales calles.