Arequipa, con 3827 casos confirmados de COVID-19 y 71 decesos, se consolida como la región más golpeada por la pandemia en el sur del Perú. Ya lo advirtieron las autoridades sanitarias: el sistema de salud está al tope y casi el 100% de camas de Cuidados Intensivos están ocupadas.
En una primera etapa, la estrategia de las autoridades locales estuvo enfocada a ganar tiempo para aumentar la capacidad hospitalaria y evitar un posible colapso. Así lo explicó el jefe del Comando COVID-19 en Arequipa, general EP Edward Gratelly a El Búho. Es por ello que ordenaron la suspensión del transporte y el cierre de ciertos centros de abastos.
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Para Gratelly, las decisiones han dado sus frutos pues los contagios mantienen un ritmo de entre 100 a 150 por día. Aun así, el alto mando militar anunció que incorporarán nuevas medidas para eludir una desgracia en la región y disminuir la demanda de camas en los hospitales de Arequipa.
El general Gratelly explicó que, en adelante, todos los ciudadanos que den positivo a los test de COVID-19 recibirán tratamiento inmediato. Precisó que distribuirán los kits de medicamentos en todas las provincias de la región con miras a que los infectados se recuperen a la brevedad y no requieran hospitalización o atención en UCI.
Por ende, las autoridades que conforman el Comando COVID-19 reforzarán la comunicación con las provincias, en especial, con los comités populares, comités de vaso de leche, plataformas de defensa civil y juntas vecinales. “Vamos a tener que integrar a todos”, expresó Gratelly.
En tanto, Arequipa está a la espera de los ventiladores mecánicos malogrados que fueron enviados a Lima para su reparación. El jefe del Comando aclaró que al momento solo pusieron en funcionamiento dos equipos y el resto aún está en proceso de arreglo. Esperan que en la semana logren recibir al menos 7 ventiladores, los cuales son esenciales para salvar la vida de los pacientes graves de COVID-19.