La tarea de ser un goleador es complicada para un futbolista que llega a Arequipa, las vallas dejadas por emblemas como Ysrael Zúñiga o Bernardo Cuesta son muy altas. Sin embargo, Othoniel Arce asume el reto y va bien, ya tiene seis goles en partidos oficiales.
“Cuesta ha dejado muchas buenas cosas pero yo vengo a hacerme un nombre, historia y dejar huella. Eso sí, mi intención no es destacar individualmente, sino aportar al equipo”, apuntó Arce y aprovechó la ocasión de felicitar al argentino por el cariño ganado con los hinchas.
Cuando un delantero está en racha debe sacarle el máximo provecho. La cuarentena lo alejó de las canchas y no queda más que tener paciencia y esperar.
En la charla contó que conversa siempre con Edson Aubert y los volantes para que sepan cuáles serán sus movimientos en el área rival y en busca de los goles. “Hay que tener capacidad de quitarte la marca o cuando te marquen te sigan y darle espacios a los compañeros. Me preocupa mejorar el juego cuando estoy sin la pelota en los pies”, señala.
Uno de los temas que también sorprendió es que le gusta patear tiros libres y que hizo varios goles de esta forma en su carrera deportiva. “No tienen confianza en mí, pero cuando la agarre ya verán como vienen los goles, tengo 8 o 10 goles de tiro libre”, recordó.
Melgar está dando a la prensa y los hinchas una buena oportunidad de conocer más a sus elementos y en el caso de Arce, contó que es amante del adobo y el cuy chactao.
La conversación duró más de una hora y se cerró con un baile del espigado delantero. Repitió el mismo que hizo cuando le anotó a UTC en Cajamarca. Finalmente, dijo: “Pasen la entrevista a la directiva para que vayan analizando mi renovación cuando pasen mis dos años de contrato”.