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Sociedad

Cusco: Responsables de la desaparición de turista Nathaly Salazar fueron condenados a 11 años de cárcel

Sentencia. Poder Judicial determinó que Jainor Huillca Huamán y Luzgardo Pillco Amau son culpables de homicidio culposo y robo agravado en agravio de Nathaly Salazar, quien lleva desaparecida desde el año 2018.

larepublica.pe
Cusco: Responsables de la desaparición de turista Nathaly Salazar fueron condenados a 11 años de cárcel

El Poder Judicial de Cusco sentenció a 11 años de cárcel a Jainor Huillca Huamán y Luzgardo Pillco Amau, al determinar que ambos son coautores del delito de homicidio culposo y robo agravado.

La medida responde a la desaparición de la turista ecuatoriana-española Nathaly Salazar Ayala, quien según los sentenciados, perdió la vida en un accidente cuando practicaba zipline. Ambos confesaron que desaparecieron el cuerpo.

La magistrada Melody Contreras también determinó que los condenados deberán pagar una reparación civil de 150 mil soles de forma solidaria, por el daño moral y gastos económicos que causaron a los padres de la joven extranjera. Dicho monto deberá ser cancelado en un plazo máximo de dos años.

Ambos cumplen prisión preventiva desde el 12 de enero del 2018. Desde el momento de su captura, estos revelaron que la muerte de Nathaly ocurrió cuando practicaba zipline y chocó contra un torreón, Jainor Huillca habría participado como su instructor sin tener los conocimientos adecuados en este deporte de aventura.

Según los sentenciados tras la muerte de la turista, llevaron el cuerpo a bordo de un vehículo hasta un sector alto del distrito de Ollantaytambo. Desde allí habrían arrojado el cadáver, sin embargo hasta el momento no hay indicios de que eso sea cierto.

Mario Meza Auccapuma y Raúl Romaní Gomez, propietarios de la empresa informal de deporte extremo, donde habría fallecido Nathaly Salazar fueron incluidos en este proceso penal como terceros civilmente responsables.

Ellos también deberán pagar una reparación civil que asciende a los 50 mil soles en un plazo de un año, al haber aceptado que dicho local de deporte extremo funcionaba informalmente y que además ninguno de los que laboraba contaba con la capacitación suficiente.

Los abogados de ambas partes apelaron la decisión