El pasado setiembre Joysi Marina Pacaya Flores, una joven de 29 años, que llegó a Lima desde Iquitos, Loreto, fue hallada en la habitación que alquilaba en Santa Anita. Presentaba signos de ahorcamiento y violación sexual. Había sido víctima de feminicidio.
Después de tres meses de arduo trabajo entre la Policía Nacional y Celeste Pacaya Flores, hermana de la víctima de feminicidio, se efectuó la captura, puesto que la joven se hizo pasar por una extranjera para fijar una cita con el presunto feminicida identificado como Gilberto Púa Lancha, de 20 años.
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Así, el sujeto fue capturado en la playa de estacionamiento del centro comercial Plaza Vea, en Lurín, luego de acordar una cita con Celeste. Una vez allí, la Policía Nacional pudo detenerlo sin obstrucciones, puesto que ya contaba con una orden de detención preliminar.
La hermana de la víctima de feminicidio mantuvo constante comunicación con Púa Lancha durante tres meses. Soportó el calvario con la esperanza de que este sea capturado.
“Fueron tres meses de trabajo, de desvelo junto al técnico Fredy Campos Casimiro de la PNP, tres meses conversaba con este tipo. Él estuvo al tanto de lo que yo hablaba con este tipo, hasta que el día de ayer se dio la cita para la captura. Gracias a Dios que todo salio bien, como habíamos planeado", dijo Celeste Pacaya a RPP.
“A ella no solo la mataron, sino que la violaron, por eso reclamo la máxima condena. Mi madre está con cuadro de depresión y tengo una niña que no va al colegio desde hace tres meses. Exijo, si es posible, cadena perpetua”, dijo la joven.
Joysi Marina Pacaya Flores fue asesinada cuando se encontraba al interior del dormitorio que alquilaba, ubicado en el asentamiento humano Perales, en el distrito de Santa Anita. Su compañero la encontró maniatada y con una soga en el cuello, por lo que alertó a la Policía de inmediato.