Lambayeque. La tarde del jueves 21 de noviembre, Ana La Torre Aliaga había tenido complicaciones en su salud mientras cumplía una detención preliminar de 10 días. Hacía dos días que la Fiscalía Especializada Contra el Crimen Organizado (Fecor) solicitó ante el Poder Judicial 36 meses de prisión preventiva contra La Torre Aliaga y 16 integrantes más de la red criminal Los Monos de San Antonio.
La Torre, abogada de profesión, es acusada de los delitos de organización criminal, usurpación agravada y encubrimiento personal en agravio del Estado. Por estos delitos el fiscal contra el crimen organizado Juan Mogollón Castillo plantea prognosis de condenas que oscilan entre los 5 y 15 años de cárcel por cada delito, respectivamente.
Para la Fiscalía, la llamada Doctora era la persona que brindaba información al cabecilla de la red criminal para que cometan actos ilícitos como extorsiones o usurpaciones. La tesis fiscal señala que la implicada se reunía con efectivos policiales de Inteligencia que laboran en Chiclayo, específicamente en la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
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La obtención de información por parte de efectivos habría sido relevante para el supuesto líder Segundo Parcemón Tandazo Ordóñez (a) Mono, quien habría coordinado con la abogada la sustracción de la persecución penal y facilitación de fuga de personas implicadas en la red criminal.
Entre los elementos de convicción para demostrar la comisión de los delitos están las interceptaciones telefónicas legales hechas por agentes de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones de Lima. Una de las llamadas interceptadas aparece en el acta de transcripción de un audio con fecha 5 de febrero de 2019. Aquel día La Torre se habría comunicado con Tandazo Ordóñez para advertirle que personal de Dirincri le estaba siguiendo los pasos a su hijo de apodo “Koya” por una supuesta requisitoria y que había hablado con el jefe de esta dependencia para neutralizar sus acciones.
“Lo que pasa es que están que lo persiguen a su hijo, al ‘Koya’ (...) están que lo persiguen, pero yo hablé con el jefe de la Dirincri, (y) me dijo que ya no se iba a meter (...) ‘Koya’ está allí, sino que está metido por unos basurales”, se lee en el acta.
Un segundo elemento es el acta de un audio de fecha 6 de febrero de este año, donde nuevamente La Torre habría conversado con Tandazo Ordóñez. “Señor Segundo, no le contesté porque estaba con un policía de Inteligencia en mi casa”, es una de las primeras respuestas de la Doctora al saludo del supuesto cabecilla de la red, según la transcripción. En la misma, Mono le recomienda que tenía que coordinar con agentes de Inteligencia el presunto pago de un soborno para neutralizar a otro supuesto extorsionador.