Por: Melina Ccoillo Sandoval
“Nos entristece conocer la primera muerte relacionada con el brote de una enfermedad pulmonar grave en aquellos que usan cigarrillos electrónicos”. Con estas palabras, hace dos semanas, Robert Redfield, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, alertó sobre los riesgos de usar el aparato que, hasta ese momento, era presentado como una alternativa para dejar de fumar.
Hoy, en el país del norte, se registran seis muertes y 453 hospitalizados a causa de esta extraña enfermedad pulmonar. Solo un mes antes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que los cigarrillos electrónicos son “indudablemente dañinos” y deberían ser regulados.
Ahora bien, Perú es uno de los países donde los conocidos vapeadores no están regulados y su uso, sobre todo en los más jóvenes, viene en aumento.
“Ante un producto que tenemos las sospechas de que causa enfermedades, es mejor no adquirirlo. No esperemos a que exista un primer muerto”, dice Rogger Torres, integrante del equipo de la Dirección de Promoción de Salud del Ministerio de Salud (Minsa).
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La OMS define a los cigarrillos electrónicos como “dispositivos que no queman ni utilizan hojas de tabaco, sino que vaporizan una solución que seguidamente inhala el usuario”.
Esta solución es líquida, se calienta mediante el uso de una batería y contiene generalmente nicotina. Y aunque en estos dispositivos se puede regular el consumo de esta sustancia, “es difícil porque la nicotina es altamente adictiva”, detalla el representante del Minsa, quien agrega que, según estudios, el uso del cigarrillo electrónico incrementa cuatro veces las probabilidades del consumo de otros productos de tabaco.
Según Milton Rojas, supervisor del programa Lugar de Escucha del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro), desde hace tres años se está visibilizando que “los chicos vapean nicotina, pero de más grandes empiezan a fumar cigarros”.
Por ello, para Flavia Radovic, presidenta de la Comisión Nacional Permanente de Lucha Antitabáquica (Colat), estos productos no curan la adicción al tabaco. “Estamos ante una nueva gran mentira de la industria tabacalera”.
Pese a que existen cigarrillos electrónicos que no contienen nicotina, su reemplazo también es preocupante. “Por ejemplo, los saborizantes son tóxicos cuando los inhalas”, advierte Radovic. El propilenglicol (líquido irritante), el formaldehído (causa cáncer) o metales son componentes presentes en algunos de estos aparatos, dice.
Estas sustancias podrían estar originando esta rara enfermedad pulmonar obstructiva, cuyos principales síntomas son la dificultad para respirar, falta de aliento y dolor en el pecho, incluso vómito, diarrea y fatiga.
Ante esta realidad, el Minsa viene elaborando una propuesta para regular la comercialización de este producto que hoy se vende sin ninguna advertencia de sus posibles daños.
Cifra creciente. El 22% de jóvenes mayores de 20 años usan cigarrillos electrónicos en el Perú.
Otro peligro latente. El calentamiento de la batería de estos aparatos puede ocasionar explosiones.
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