Con la elección del magistrado Augusto Ferrero Costa como nuevo presidente del Tribunal Constitucional (TC), el próximo año cambiaría la orientación de fuerzas. En la actual composición de seis magistrados, su voto dirimente podría definir la balanza, esta vez hacia una posición más conservadora.
En muchos casos, principalmente vinculados a temas financieros y deudas tributarias, Ferrero votó en bloque con los magistrados José Luis Sardón (que será su vicepresidente) y Ernesto Blume.
Así lo hizo, por ejemplo, en setiembre del año pasado, en la demanda de inconstitucionalidad del Decreto Legislativo N° 1421, sobre regulación de plazos para que la Sunat pueda cobrar infracciones tributarias. Sin embargo, con los votos de los otros cuatro jueces que había entonces, se declaró improcedente el caso, permitiendo que continúen las acciones para exigir el pago a 158 grandes empresas morosas.
Augusto Ferrero Costa forma parte como miembro del Tribunal Constitucional desde el 2017. Foto: La República.
También votó junto a ellos para declarar improcedente la contienda competencial sobe la vacancia presidencial por incapacidad moral de Martín Vizcarra. Aunque en esa oportunidad se les sumó Manuel Miranda. Y los mismos cuatro jueces constitucionales rechazaron la acción de amparo presentada por el economista Óscar Ugarteche contra la Reniec por negarse a reconocer su matrimonio con un ciudadano mexicano.
Por estos antecedentes, uno de los temas que preocupa a diversas organizaciones de la sociedad civil es que el próximo presidente del TC es el ponente en el expediente para el acceso gratuito de la llamada píldora del día siguiente.
Con la muerte del magistrado Carlos Ramos Núñez, hace poco más de dos meses, el tribunal quedó con seis integrantes. En el ala conservadora se mantendrían Ferrero, Sardón y Blume, y del lado más progresista estarían Marianella Ledesma (actual presidenta del TC), Eloy Espinosa-Saldaña y, la mayor parte de las veces, Manuel Miranda. Hasta ahora, Ledesma ha equilibrado la balanza con su voto dirimente cuando era necesario, pero las cosas, sin duda, cambiarán de rumbo cuando asuma el nuevo presidente del TC.
Ferrero fue elegido ayer por la mañana en un pleno presencial realizado en las nuevas instalaciones del tribunal, en la esquina de las avenidas Arequipa y Javier Prado.
Todo fue muy rápido y sin debate. Blume planteó su candidatura, así como a Sardón para la vicepresidencia. Miranda lo respaldó de inmediato. En el caso de Ferrero, argumentó que era el único miembro con mandato vigente, pues cumple su período de cinco años en setiembre del próximo año. Mientras que Sardón fue propuesto porque no había ocupado ningún cargo al interior del TC.
Luego se procedió a la votación secreta mediante un ánfora. Ferrero obtuvo el respaldo de 5 cinco magistrados. Ledesma quedó como directora general del Centro de Estudios Constitucionales (CEC).
Trama. Advierten que Congreso quiere un TC a su medida. Foto: La República
Además de su voto dirimente, como presidente, Ferrero decidirá la agenda del pleno del tribunal, eligiendo qué casos priorizar, entre otras funciones, mientras tanto, el actual colegiado seguirá sesionando hasta el 16 de este mes, en que cerrará, y volverá a abrir el 5 de enero, cuando empezará la nueva gestión.
Historial. Ferrero fue elegido miembro del TC en agosto del 2017, y años después reconoció que antes se había reunido con Keiko Fujimori y la bancada de Fuerza Popular. Entonces, aseguró que lo hizo en el marco de otros encuentros que sostuvo con diversas bandadas previo a su elección.