Las cenizas del cuerpo n.º 326-2021 ahora forman parte de un secreto de Estado. Con el ojo derecho abierto y el izquierdo cerrado, el cadáver del cabecilla terrorista de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, se convirtió en cenizas luego de estar tres horas sometido a los 1.200 grados centígrados del horno crematorio del Hospital Cirujano Mayor Santiago Távara, ubicado en el Callao.
Fue la ironía y no el llanto que acompañó el féretro del mayor genocida en la historia del Perú. Como relató Ángel Páez, jefe de la Unidad de Investigación de La República y uno de los tres periodistas invitados por el ministro del Interior, Juan Carrasco, para ser testigos de la cremación de Guzmán Reinoso; sobre su ataúd posaba un Cristo de bronce, una alegoría que distaba mucho de su ateísmo declarado.
A continuación, una cronología desde el aviso de su deceso hasta la madrugada en la que sus cenizas ocuparon los titulares y la indignación colectiva:
Los medios de comunicación anuncian que a los 86 años de edad fallece Abimael Guzmán Reinoso, el cabecilla terrorista arrestado en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao desde abril de 1993 luego de haber estado en la isla San Lorenzo desde septiembre de 1992. El INPE revela que las complicaciones en su estado de salud ocasionaron su deceso a las 6.40 a. m.
El Ministerio Público detalla que su cadáver fue trasladado a la Morgue Central del Callao mientras que la Policía Nacional y la ciudadanía entera se mantienen vigilantes frente a alguna manifestación de los simpatizantes de Sendero Luminoso.
Un camión de policía traslada los restos de Abimael Guzmán a la morgue del Callao, en Lima (Perú). Foto: EFE
El Ministerio Público informa la causa del deceso: neumonía.
Iris Yolanda Quiñones Colchado, quien cumplió una condena de 20 años por terrorismo, le exige a la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Callao la entrega del cuerpo de Abimael Guzmán a través de un poder escrito otorgado por Elena Iparraguirre Revoredo.
La Fiscalía precisa que el cadáver “recibirá el tratamiento que dispone la normativa vigente conforme a la Ley General de Salud y el Código Procesal Penal”, es decir, que los restos deberán ser entregados a los familiares directos.
Aníbal Torres, ministro de Justicia, se pronuncia de esta forma: “Creo que la vía más apropiada en este momento sería la incineración”.
Se realizan algunas marchas en Miraflores mientras los exintegrantes del GEIN conmemoran el vigesimonoveno aniversario de la captura del genocida.
Congresistas y fiscales evalúan la situación del cadáver de Abimael Guzmán.
Congresistas se apersonan y piden ver el cadáver de Guzmán Reinoso. Foto: Joel Robles.
La parlamentaria Gladys Echaíz (APP) asevera que el cadáver sí pertenece al cabecilla y que hay una muestra fotográfica que lo respalda: “En horas de la mañana, preocupados por los comentarios que había por la muerte de Abimael Guzmán, las leyendas que se tejen sobre su muerte, congresistas de diferentes bancadas fuimos al Ministerio Público y luego a la morgue del Callao. (...) Es la misma persona, es la misma persona que sale en los diarios y que hemos visto a lo largo de los tiempos”.
Iris Quiñones Colchado, también denominada como ‘Camarada Bertha’, llega a los exteriores de la morgue del Callao, donde se encuentra el cadáver del líder terrorista.
La "camarada Bertha" llega a los exteriores de la morgue del Callao. Foto: Marco Cotrina.
Bancadas del Parlamento se expresan a favor de que el cuerpo de Abimael Guzmán sea incinerado.
Guido Bellido, jefe del Gabinete, afirma que se respetará lo que determine el Ministerio Público.
La Fiscalía presenta un proyecto para que los jueces y fiscales dispongan el procedimiento de los cadáveres en caso de que exista una afectación del orden público. Posteriormente la legisladora Gladys Echaíz propone una iniciativa similar.
El Ejecutivo discute el destino de los restos de Abimael Guzmán mientras que la opinión pública se mantiene alerta.
El Ministerio Público refiere a través de sus redes sociales que se denegó el pedido a la también cabecilla terrorista Elena Iparraguirre de que se le entregaran los restos de Guzmán Reinoso.
Fuente: Twitter oficial del Ministerio Público
Tras 70 votos a favor, 32 en contra (de Perú Libre) y 14 abstenciones, el Congreso aprueba un dictamen que autoriza cremar los restos de cabecillas terroristas.
Carlos Cavangnaro, el secretario del Ministerio de Justicia, aclara que la norma entrará en vigencia a partir del sábado 18 de setiembre.
La vicepresidenta Dina Boluarte expresó en sus redes sociales que la norma legislativa aporta tranquilidad al país.
A través de un comunicado oficial, el crematorio Piedrangel indica que, por respeto a las víctimas del terrorismo, no prestaría sus instalaciones para incinerar restos de Abimael Guzmán.
Zenón Vargas Cárdenas, alias ‘Arturo’ y quien está en libertad desde el 2015, es señalado como posible cabecilla de Sendero Luminoso.
El cuerpo de Abimael Guzmán continúa bajo la custodia en la morgue del Callao.
La Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Callao notificó la decisión de cremar los restos del genocida a la Autoridad Sanitaria, al Ministerio de Justicia y al Ministerio del Interior con la finalidad de que inicien las coordinaciones para recoger el cadáver.
A las 3.20 a. m., los restos de Abimael Guzmán empezaron a ser incinerados. Por una invitación del ministro del Interior, Juan Carrasco, tres periodistas presenciaron el último destino del cabecilla: la corresponsal de la cadena de noticias estadounidense CNN, Jimena de la Quintana; el reportero de El Comercio, Ricardo León; y el jefe de la Unidad de Investigación de La República, Ángel Páez.
A las 5.30 a. m. finalizó la cremación. El ministro del Interior, Juan Carrasco, y el de Justicia, Aníbal Torres, recibieron las cenizas y acordaron que la disposición sería un secreto de Estado. “Es mejor, para así evitar que los senderistas conviertan en un lugar de culto y peregrinación dónde terminaron las cenizas de Guzmán”, aseguró Torres.
La autoridad también manifestó su conmoción: “Nunca imaginé que estaría aquí presenciando al cadáver de Abimael Guzmán y asegurando que se cumpla con el protocolo para su incineración. Yo siento una sensación de alivio. Ya no será nunca más un problema, pero no debemos dejar de mirar a sus seguidores”.